El agujero en la tierra se hace más grande. El socavón en el centro histórico de Zaruma ya tiene 40 metros de radio y lo mismo en profundidad. El horado que se ha tragado dos casas hasta ahora y que ha provocado la evacuación de unas 300 personas de todo un barrio en la calle Colón ha dejado en evidencia que debajo de la tierra cruza uno de los tantos túneles que tiene esta ciudad de 200.000 habitantes, patrimonio de Ecuador desde el año 1990, bajo la amenaza de hundirse por la ambición de los buscadores de oro.

La presidenta de la Cámara de Minería del Ecuador, María Eulalia Silva, señala que es la actividad ilegal la que durante años ha carcomido esta tierra que ella describe como un “queso gruyer” sobre la que se asienta Zaruma. Y lo han hecho no mediante obreros que están subsistiendo ante la adversidad, afirma. “Detrás de la minería ilegal hay grandes mafias con un enorme poder económico”.

Lo mismo dicen los pobladores de este cantón de la provincia de El Oro, que han venido denunciado por años que, a pesar de estar prohibida la extracción en el centro poblado, se escuchan detonaciones de explosivos a diario.

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Imagen que circula en redes sociales donde se observa que el socavón en el centro de Zaruma dejó al descubierto uno de los túneles que atraviesan su subsuelo.

Silva sostiene que el Estado ya ha sellado bocatúneles, pero esto no ha sido suficiente para detener la actividad ilegal, que como tal no tiene una dirección, representantes ni cuentas bancarias. Así es difícil sancionar a los que le realizan una competencia desleal a la minería formal, que paga impuestos y cumple estándares de responsabilidad social y medioambientales.

Por eso la Cámara de Minería del Ecuador pide que el Estado en su conjunto, incluyendo al Poder Judicial, “identifique, persiga y castigue” a los responsables.

Prueba de que la minería ilegal está dirigida por mafias, dice Silva, es que “hemos visto campamentos de minería ilegal en zonas remotas, metiendo maquinaria en sectores donde no hay caminos y solo se puede acceder con helicópteros. Las mafias de la minería ilegal, que por ejemplo en Perú (limítrofe con El Oro) manejan más dinero que el narcotráfico, pueden cooptar a autoridades locales que muchas veces se disfrazan de antimineros para que las empresas legales salgan y dejen el terreno a sus anchas a los ilegales”.

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¿Cómo solucionar el problema de Zaruma? Silva dice que promocionando a la minería legal, porque solo el progreso responsable mejora la economía del sector donde se asienta; y al sancionarse y reprimirse a la actividad ilegal, se evitan ese y otros tipos de delitos conexos como el tráfico de armas y hasta de personas.

La evacuación de los enseres continúa en las viviendas cercanas al socavón. (Foto: Fredy Macas) Foto: Freddy Macas

En el plano técnico, el ingeniero geólogo y docente Osman Poma cree que en el caso de Zaruma se debe hacer un levantamiento de las galerías subterráneas, conocer las dimensiones y hacer un estudio geotécnico, pues solo así se podría plantear el tipo de sostenimiento, que puede ser con cemento, acero u otro material, según lo que arroje el estudio.

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Mientras tanto, se deberían sellar los accesos ilegales. Con el estado de excepción declarado en Zaruma por el presidente Guillermo Lasso, se espera una movilización de recursos para que se hagan los estudios y se busque una solución. “Vamos a trabajar desde ya con ingeniería geofísica para resolver este problema en el menor tiempo posible”, declaró el viceministro de Minas, Xavier Vera, a la BBC, que describe a Zaruma como la ciudad patrimonio del Ecuador que se come a sí misma buscando oro.

Los habitantes del sector exigen soluciones inmediatas. El médico René Ortega Marquez, que vive a pocos metros de donde ocurrió el socavón y tuvo que evacuar, pide una intervención militar similar a la que hubo en Buenos Aires, provincia de Imbabura, para tratar de detener la minería ilegal.

Sus vecinos aún recuerdan la escuela que se perdió con el hundimiento que empezó en diciembre del 2016, cuando se registraron los primeros problemas en el casco urbano y que no han cesado desde entonces.

A mediados de 2017, el entonces presidente Lenín Moreno declaró el estado de excepción, amplió la zona de exclusión minera a 823 hectáreas y ofreció cuatro millones de dólares para una intervención inmediata. En 2018, a través de una consulta popular, se prohibió la minería metálica en todas sus etapas en áreas protegidas, zonas intangibles y en centros urbanos. Pero nada se solucionó.

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ZARUMA, El Oro. Imágenes aéreas evidencian la magnitud del socavón en las calles Colón y 10 de Agosto, en el centro del cantón orense. Foto: Cortesía

La zona que se había delimitado para proteger a Zaruma no se amplió, sino que se redujo en 2019 de 823 hectáreas a las 177 que se mantienen hasta ahora, en el papel, porque la realidad es que nadie respetó los límites. Por eso en este cantón orense piden al régimen de Lasso que amplíe el margen donde no se debería realizar minería y vigilar que eso se cumpla.

El ecologista Marco Encalada plantea al menos cinco alternativas de solución: combatir a los ‘sableros’, operarios que usan dinamita de alta expansión para la actividad minera. Que se extienda el área de exclusión minera. Prohibir la actividad minera de profundidad. Restablecer la estabilidad del suelo. Ofrecer otras alternativas de desarrollo económico social local, que combinen las virtudes de la zona, como las actividades cafetera y turística.

Las acciones a tomar son urgentes. Hay 47 viviendas más en riesgo en un área de menos de 300 metros lineales (o dos cuadras) donde se han registrado tres hundimientos desde 2016. Y es que debajo de esa zona, dicen los zarumeños, existe una veta de oro que es ansiada por unos, pero que podría ser la desgracia total para muchos. (I)