La Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt) aún analiza los resultados de la tercera y última aceptación de cupos para ingresar a la educación superior.

El pasado jueves, 10 de noviembre, fue el día en el que los bachilleres debían escoger de una a tres opciones de carrera en orden de prioridad; pero la Senescyt había explicado que la asignación de los cupos prioriza a las personas históricamente excluidas y el orden es por mérito académico, mayor vulnerabilidad socioeconómica, bachilleres de pueblos y nacionalidades y bachilleres que pertenezcan al régimen académico en curso.

Hubo 27.000 cupos disponibles.

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Andrea Ibáñez, subsecretaria de la Senescyt, indicó que culminó el último proceso de admisión 2022.

En total hubo tres fases de postulación y unos 130.000 cupos que fueron ofertados.

Agregó que aún se están procesando los resultados finales.

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Según la funcionaria, el sistema educativo está basado en la meritocracia, igualdad de oportunidades y en la selección libre y voluntaria de sus carreras.

La tendencia que se ha observado —agregó— es que se prefieren carreras como Medicina, Derecho, Contabilidad y Administración de Empresas, y hay menor acogida para otras como Arqueología y Oceanografía.

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A su criterio, hay que potenciar Software y Desarrollo Informático, para que el país vaya hacia la innovación. Esas carreras se encuentran en la formación técnica y tecnológica.

A mediados de octubre, hubo un plantón en los exteriores de la Senescyt. Grupos estudiantiles sin cupo, pero con altos puntajes, protestaron. Foto: El Universo

Añadió que están trabajando con el Ministerio de Educación para que la formación y orientación vocacional pueda empezar en el bachillerato.

Acerca del proceso de admisión 2023, que estará a cargo de las universidades, sostuvo que se han realizado más de diez talleres para coordinar que sea sólido y que haya garantías ciudadanas.

Cada entidad determinará el mecanismo, como por ejemplo una evaluación de habilidades y competencias para aplicarla en el proceso de admisión de acuerdo a las carreras, expresó.

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Ibáñez señaló que habrá una plataforma de registro para generar un perfil de los postulantes a fin de garantizar la aplicación de la política de acción afirmativa dirigida a grupos vulnerables.

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“Tenemos cruces con información de la trayectoria académica del Mineduc (Ministerio de Educación). Tenemos información que cruzar con el Registro Social respecto de los datos socioeconómicos de los ciudadanos. Tenemos un sinnúmero de datos que cruzar justamente para que se puedan aplicar estas políticas de acción afirmativa y para que las instituciones de educación superior tengan todos los datos que necesitan para aplicar un criterio que les permita generar la admisión”, explicó en radio Sucesos.

Esa información será en tiempo real y todas las entidades podrán ver quiénes están postulando. Los bachilleres también podrán ver las aceptaciones o no.

Para Ibáñez, con el aumento presupuestario 2023 se podrían generar mayores oportunidades y cupos. (I)