Viajes interprovinciales son incubadoras rodantes de coronavirus si no hay prevención: Se estima que 215 mil personas saldrán desde la terminal de Guayaquil entre el 22 y 26 de diciembre

Con el paso de los meses hay cierta relajación de las medidas de bioseguridad en una parte de la ciudadanía. Son las 11:10 y no todos los usuarios de la Terminal Terrestre de Quitumbe, Quito, usan la mascarilla como lo recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS). La prenda de bioseguridad cubre solo la boca en muchos casos; en otros, no se usa esa protección.

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A la hora del abordaje de un bus de la cooperativa Transportes Ecuador, un grupo de adultos mayores ingresa a la planta alta del micro. Todos llevan mascarilla, pero no cubren la nariz.

Luego asoman las cabezas de una pareja. Ella utiliza la mascarilla correctamente; él, en cambio, la lleva en la mano y así viajará hasta llegar a su destino, Santo Domingo de los Tsáchilas.

Faltan unos cinco minutos para partir y el controlador del bus sube al segundo piso para verificar que ninguna maleta roce con el techo, como sucede con una mochila de un joven, quien cuestiona la observación del empleado de la cooperativa y lo invita a que más bien controle que los pasajeros cumplan con las medidas de bioseguridad, que se detallan en una imagen de la puerta de ingreso al micro. El empleado le resta importancia y se va. EL UNIVERSO solicitó una entrevista a la cooperativa para conocer su posición sobre estos hechos registrados la semana del feriado por el Día de Difuntos, pero no hubo respuesta.

Estos episodios, que evidencian la poca preocupación de una parte de la ciudadanía, se repiten a diario también en el servicio de transportación urbana, en locales comerciales, centros de diversión nocturna, shows y en otro tipo de reuniones.

Expectativa por próximos feriados

Los feriados de Navidad y de Fin de Año movilizan a cientos de miles de ciudadanos cada año. Por ejemplo, el año pasado, cuando se restringió el ingresó a las playas y a otros sitios como medida para reducir los contagios de COVID-19, se estimaba que en los cuatro días por el feriado de Navidad se movilizarían de la Terminal Terrestre de Guayaquil unas 145.000 personas, casi la mitad del número de pasajeros que partieron en esas mismas fechas del 2019, año previo a la pandemia.

Para este 2021, la Fundación Terminal Terrestre de Guayaquil proyecta que del 22 al 26 de diciembre partirán unos 215 mil viajeros.

Expertos de la salud temen que los viajes intercantonales e interprovinciales que registrarán en esos días propicien brotes de la enfermedad en diferentes zonas del país, como ha ocurrido semanas posteriores de los feriados por la independencia de Guayaquil y del Día de los Difuntos.

“Una sola persona que tenga la cepa delta en ese bus puede contagiar a todos. ¿Por qué? Porque una persona contagia de cuatro a ocho a la vez y eso se puede seguir diseminando en un espacio cerrado, dependiendo del tiempo que pase dentro del bus”, explica Alberto Campodónico, médico especializado en terapia intensiva.

Durante el viaje de más de ocho horas, entre Quito y Guayaquil, hay dos paradas que fluctúan entre diez y treinta minutos. En el resto del camino, los pasajeros comparten el mismo aire frío de la cabina del micro. La mayoría mantiene la mascarilla en su rostro, pese a la incomodidad de usarla por mucho tiempo. Algunos duermen. Otros, como el hombre que se embarcó con esa prenda en la mano, conversa con su pareja a viva voz. Estornuda sin preocupación de esparcir las partículas de saliva en el habitáculo del carro. Eso atrae las miradas de las personas de su alrededor. Él no las percibe o, al menos, parece no hacerlo.

“Así usted tenga las ventanas del bus abiertas, si no utiliza mascarilla o si no hay distanciamiento, la posibilidad de contagio es bastante alta, independientemente de tener las dos dosis de vacunas aplicadas o ser una de las personas rezagadas de vacunarse y que corre un alto riesgo de subir a un bus de transporte”, advierte Campodónico.

El miércoles 24 de noviembre pasado, la ministra de Salud Pública, Ximena Garzón, confirmó que hubo un aumento leve de casos después del feriado de inicios de ese mes.

“La positividad de los contagios subió al 9 %. Se duplicó y cuando la contagiosidad aumenta sube la posibilidad de que haya más infectados. Esas personas van a sufrir la enfermedad. Si no recibieron su vacuna completa, pueden agravarse o fallecer”, dijo Garzón en un conversatorio. Al siguiente día del pronunciamiento de la ministra Garzón, los casos confirmados de COVID-19 ascendían a 525.830.

El riesgo es real

El aumento de casos confirmados después de un feriado con respecto a la tendencia previa al periodo de asueto es una realidad. En los cuatro días previos al descanso por la conmemoración de la independencia de Guayaquil, que comprendió del 8 al 10 de octubre pasados, el país experimentó un aumento de contagios de hasta 250 casos en un día. Mientras, después del feriado, el Ministerio de Salud Pública (MSP) registró incrementos diarios de hasta 631 casos, como en el 12 de octubre, aunque podría considerarse que es un tiempo muy corto.

Sin embargo, el 19 de octubre, los contagios confirmados más recientes ascendieron a 356; el 20 de octubre, 569; el 21 de octubre, 386. En cambio, el 24 y 25 de octubre, los casos nuevos se situaron en 26 y 27 registros, en ese mismo orden; pero un día después la cifra subió a 200. En ese último día, las autoridades del MSP contabilizaban 515.859 casos confirmados de COVID-19 desde el año pasado.

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Controles gubernamentales

Francisco Pérez, subsecretario nacional de Vigilancia de la Salud, del Ministerio de Salud Pública, recuerda a las cooperativas de transportación de pasajeros que se deben mantener las medidas de bioseguridad en la actividad que cumplen.

“Es de uso obligatorio la mascarilla en el transporte público. Los que se encargan de que se cumpla con aquella normativa son las mismas empresas de transporte y también las agencias de tránsito”, insiste el funcionario del MSP.

Los casos de COVID-19 confirmados ascendían a 535.414 con corte al jueves 16 de diciembre pasado. Pérez indica que como ministerio están de acuerdo con la libre movilidad y la reactivación económica, pero se recomienda a la ciudadanía que se reúna con su círculo familiar -con el que convive a diario y que tiene certeza de que cumple con las medidas de bioseguridad-, que evite los lugares muy concurridos, aquellos que también carecen de una correcta ventilación.

“Nosotros recomendamos todo esto. Y, si acaso veríamos que existe un repunte, que la situación epidemiológica ha empeorado, daremos a conocer a las autoridades, con los informes técnicos, si es necesario o no se limite la movilidad”, explica el funcionario de Salud.

El 14 de diciembre pasado, el Comité de Operaciones de Emergencia nacional informó una serie de medidas para tratar de contener los contagios, ante un aumento leve de casos en las últimas cuatro semanas. Pasaron de 1.294 casos semanales a 2.918.

COE nacional exige que se prohíba quema de años viejos y restricciones del 17 de diciembre al 3 de enero

Las medidas que el COE exige a los gobiernos locales que se apliquen desde este viernes 17 de diciembre hasta el lunes 3 de enero son las siguientes:

• Uso permanente de mascarillas, distanciamiento social, lavado de manos.
• Un máximo de aforo del 50 % en centros de convenciones para cenas, almuerzos corporativos, salas de recepciones, restaurantes, bares, discotecas y afines, centros de tolerancia, con obligatoriedad de certificado de vacunación con dos dosis y cumplimiento de medidas de bioseguridad.
• Aforo de 75 % en mercados, supermercados, con obligatoriedad de medidas de bioseguridad.
• Aforo de 75 % en centros comerciales, centros religiosos, ferias, con presentación de certificado de vacunación con dos dosis desde los 12 años y cumplimiento de medidas de bioseguridad.
• Permitir ingreso a las playas con horario restringido, desde las 06:00 hasta las 18:00.
• Prohibir eventos como conciertos, pases de niños, procesiones, novenas, festivales de años viejos o quemas, fiestas populares en espacios públicos.
• Prohibir la venta de alcohol en espacios públicos.
• Incentivar la vacunación.
• Utilizar adecuadamente y siempre la mascarilla.
• Mantener lavado frecuente de manos.
• No permanecer en sitios cerrados con mala ventilación.
• Pedir a la ciudadanía asistir a los puntos de vacunación para inocularse contra el COVID-19. (I)