La mañana de este 20 de marzo el periodista de Ecuavisa Lenin Artieda sufrió un atentado. Según versiones preliminares, el comunicador recibió un sobre con un pendrive explosivo. La televisora informó que aunque el dispositivo detonó, Artieda está bien físicamente y no hay personas heridas.

Sobres con las mismas características han llegado a las redacciones de Teleamazonas y TC Televisión, aunque estos no fueron abiertos. Esto sería un mensaje de advertencia contra los principales medios de comunicación. Todavía ningún grupo se atribuye el envío de los sobres.

Atentado explosivo contra periodista Lenin Artieda de Ecuavisa

“Estos sobres han llegado hace unos cuatro días atrás, pero (en el caso de Artieda) lo han abierto hoy. (El pendrive explosivo se activa) cuando se introduce a la computadora. Rechazamos este acto y estamos preocupados por la situación, así como estamos preocupados por la situación en la provincia del Guayas”, indicó Francesco Tabacchi, gobernador del Guayas.

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Este suceso no es, lamentablemente, el único atentado contra periodistas o medios de comunicación a través de la historia del país. La mayoría de estos ataques han quedado sin ubicar a los responsables.

Por ejemplo, en septiembre de 1977 una bomba explotó en el edificio de EL UNIVERSO ubicado en el centro de Guayaquil, que en esa época era la matriz. Este hecho se dio en medio de la dictadura militar que vivía Ecuador. Luego, en 2015, una bomba panfletaria explotó en el edificio del sur de este Diario. Este último atentado se lo atribuyó un supuesto Frente de Liberación Nacional. No se hallaron a los culpables.

En tanto, el periodista Rafael Cuesta Caputi el 16 de febrero del año 2000 fue víctima de un atentado a través de un casete bomba en las instalaciones de TC Televisión. La explosión causó heridas en el rostro del comunicador. Tras casi 23 años, la justicia no ha encontrado a los culpables. El propio Cuesta, la mañana de este 20 de marzo de 2023, confirmó que un sobre llegó, el pasado viernes 17 de marzo, a las instalaciones de la televisora y estaba dirigido para el periodista Mauricio Ayora, pero por protocolos de seguridad el paquete no pasó de garita.

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En diario El Telégrafo, en 2015, sujetos dejaron una bomba panfletaria en las afueras del medio de comunicación. Este hecho también se lo atribuyó el supuesto Frente de Liberación Nacional.

Durante las protestas de 2019 las instalaciones del canal Teleamazonas fueron atacadas. En la televisora fueron lanzadas bombas molotov provocando un incendio.

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Asambleístas y políticos ecuatorianos condenan atentado contra Lenin Artieda, periodista de Ecuavisa

En cambio, en septiembre de 2022, sujetos desconocidos colocaron dos aparatos explosivos -denominados ‘tumbacasas’- en la puerta y al pie de la ventana de la casa de un reportero de diario Expreso, en Guayaquil.

Estos hechos violentos se suman a las amenazas constantes que han sufrido los periodistas y medios de comunicación. Por ejemplo, uno de los más recientes se dio en octubre de 2022 cuando hombres en moto, en la madrugada, dispararon contra la fachada del canal RTS y dejaron panfletos amenazantes.

En ciertas zonas del país, en especial en Guayaquil, la prensa no ha podido desarrollar normalmente su labor, ante la falta de garantías de seguridad, dice la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) en un reporte publicado a finales del año pasado.

Esta violencia es la consecuencia de dos asesinatos de periodistas el año pasado. Mike Cabrera fue asesinado el 24 de julio de 2022 y Gerardo Delgado, el 10 de agosto de ese mismo año.

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Cabrera, de 33 años, dirigía en redes sociales su página Nexo Digital, en la que publicaba temas de interés local. Conversaba con otras personas en una avenida de Portoviejo, en Manabí, cuando dos sicarios que se movilizaban en una moto les dispararon en seis ocasiones. Las autoridades desconocen el móvil del crimen. No se ha detenido a los culpables.

Según Periodistas Sin Cadenas, el 2022 puede considerarse como un año violento contra el ejercicio periodístico nacional, pues cierra con más de 400 agresiones a periodistas, entre los que se cuentan tres asesinatos, un preocupante hecho que no sucedía desde el 2018 cuando el equipo de prensa de diario El Comercio fue secuestrado y asesinado en la frontera norte. (I)