El costo de la planilla de luz sube hasta un 35 % entre diciembre y mayo en la Costa de Ecuador: estos son los motivos y claves de control

Poner los focos en el árbol de Navidad, otros en las ventanas y por qué no un papá Noel o un reno musical que se ilumina. Todos estos adornos son encendidos cada noche del mes de diciembre, e incluso ciertas familias lo hacen desde noviembre.

A veces pasan prendidos más de seis horas y todos conectados a un mismo tomacorriente, junto con otros artefactos como televisores y ventiladores, lo cual es un peligro.

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Desde este mes, según la Corporación Nacional de Electricidad (CNEL) en Guayaquil, el consumo por kilovatio hora (kWh) suele incrementarse por el uso de productos navideños, ventiladores y aires acondicionados por la llegada del invierno. Esto provoca un aumento en el valor facturado que se refleja en la planilla.

Ricardo Rendón, director de Catastro y Facturación en CNEL EP, menciona que en invierno, esto es de diciembre a mayo, hay un mayor consumo de energía eléctrica. Por ejemplo, en verano el promedio es 200 kWh, pero en el invierno sube entre 240 y 250 kWh.

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“Hay el tema de los adornos y toda la iluminación ornamental, pero también de enero a mayo hay el uso de ventiladores y aires acondicionados, que a la larga provocan un incremento de consumo. Por ejemplo, en Guayaquil, en verano con un promedio de 190 kWh estaría pagando $ 20,52 (valor consumo y otros) y en invierno uno de 250 kWh tendría una factura de $ 25,44″, explica Rendón.

Es decir, hay una media de aumento de $ 5 por cliente residencial si es que consume más. Rendón enfatiza que existe un recargo del 5 % por concepto de subsidio cruzado, vigente desde el 2009 para quienes registran más de 250 kWh. Entonces, siguiendo con el ejemplo de la factura de $ 25,44 resultaría en $ 26,71.

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“Claro, después de diciembre guardamos los focos, pero empezamos a prender los aires acondicionados”, menciona Rendón, y agrega que el consumo de kilovatio hora incrementa en un 31 % en el invierno y en cuanto a dólares, es decir, el valor de la planilla llega a un 35 %, siempre y cuando el usuario residencial encienda con más frecuencia los artefactos.

“Cuando consuma más de 700 kWh, esta tarifa se vuelve más exponencial”, dice Rendón. Ese consumo terminaría en $ 86,59, de acuerdo al simulador de CNEL en su página web, donde están otros valores adicionales como alumbrado público, comercialización y demás.

De acuerdo a CNEL, en Guayaquil hay un total de 709.741 clientes, de los cuales 626.981 son residenciales. De estos, más de 600.000, existen 107.265 que cuentan con la tarifa dignidad, 19.160 con el subsidio por Ley Orgánica de Discapacidades y 58.604 de la tercera edad.

La tarifa dignidad aplica para las personas naturales que utilicen la energía con fines residenciales y cuyos consumos sean hasta 130 kWh en la Costa, Oriente e Insular; y en la Sierra a un límite de 110 kWh mensuales. El de discapacidad consiste en ser exonerados del pago del 50 % del valor de consumo de energía eléctrica de un medidor hasta el 50 % de una remuneración básica unificada.

Y el de la tercera edad va dirigido a los clientes residenciales que han cumplido 65 años. A ellos se les exonera el 50 % del valor del consumo de energía eléctrica de un medidor hasta los 138 kWh por mes.

“Solo cambiando los hábitos de consumo no puedo tener un incremento significativo”, recomienda Rendón, y añade que los adornos o artefactos navideños deben ser led justamente para minimizar el valor final.

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Con esto concuerda Jesús López, decano de la Facultad de Ingenierías y Ciencias Aplicadas de la UISEK. “La tecnología más adecuada es la led, que permite obtener diferentes colores y grados de iluminación de forma eficiente”, apunta.

Agrega que otro tema importante es que se utilicen luces de Navidad de calidad para garantizar la seguridad y evitar posibles accidentes. Y que sean encendidas solo cuando están en casa. “Las luces de interior se pueden prender cuando estamos en casa. Es absurdo mantenerlas prendidas en nuestra ausencia. Las de exterior lo dejo a gusto y bolsillo de cada familia, sin excederse”, expresa.

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En cambio, Javier Martínez, profesor del Máster en Gestión Ambiental y Energética de las Organizaciones de la Universidad Internacional de la Rioja (UNIR), considera que si el objetivo es no consumir más de lo normal, entonces hay que marcar prioridades. “Si tenemos que elegir entre conectar un elemento decorativo o un electrodoméstico que nos ayude a preparar la comida, es importante saber priorizar”, señala.

Pero, indica, para quienes aman “el espíritu navideño” pueden programar el encendido de equipos mediante temporizadores, sensores, o incluso selectores de fechas.

Recomendaciones en el uso de artículos navideños y ahorro en la planilla:

• El encendido siempre debe ir vinculado a una ausencia de luz. Al igual que la iluminación artificial interior, no se debe malgastar luz cuando hay natural.
• Emplear tiempos de encendido razonables, pero sin desmesura.
• Revisar las instalaciones eléctricas. Suele haber fugas internas y el consumo se refleja en el medidor.
• Recordar que aun conectados los artefactos se produce un consumo mínimo de kWh.

Riesgos:

• No sobrecargar los tomacorrientes. Conectar máximo tres artículos.
• Si son productos de mala calidad, que no cumplan con los estándares internacionales, puede provocar descargas eléctricas e incluso en algunos casos cortocircuitos. Es importante seleccionar equipos que cumplan con estos estándares.
• Suelen ser equipos que manipulamos con más asiduidad. Se colocan y recogen cada año, y en ese proceso siempre son más vulnerables ante roturas, separaciones, roturas de cable, pérdida de aislamiento. Esto siempre puede conllevar riesgos de cortocircuito.
• Hay que seguir las indicaciones del fabricante y preservar los objetos de situaciones de manipulación excesiva, siguiendo las prescripciones técnicas. (I)