No es una mujer que pase desapercibida. La elegancia de Isabel Noboa Pontón se marca igual cuando luce unos jeans, un fresco traje de verano o un imponente conjunto de oficina. Su tono de voz cálido —remarcando con sutileza las palabras— transmite, más que a la ejecutiva que destaca como la empresaria más respetada en el ranking “Empresas y líderes con mejor reputación en Ecuador”, a un ser humano profundamente creyente, respetuoso de sus valores; a una motivadora, a una madre y esposa orgullosa. Y en la conversación delata una secreta sencillez en su intimidad.

“Soy una mujer que se construye a través de los principios y valores basados en mi fe”, dice. Ella inicia y termina el día con una oración; practica la meditación, la reflexión; y está convencida de que es parte de un camino definido por las circunstancias, la instrucción recibida en Ecuador y en Harvard (Suiza) y lo vivido cuando pasó de empresaria social a empresaria de negocios.

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A temprana edad, en los años 70, dio vida a la Fundación para la Adopción Nuestros Niños (FANN), con la que ayudó a más de 600 infantes a lograr un hogar idóneo. Para FANN no era sencillo, porque no solo había bebés, sino niños con labio leporino, otros ya crecidos, “y todos ellos debían tener un hogar”.

Fue su participación en la Fundación la que provocó que su hermano Álvaro, excandidato presidencial, la llevara a su primera portada de revista, en La Verdad, cuando ella tenía entre 26 y 27 años. Quien aparece en la tapa de La Revista de EL UNIVERSO este 25 de diciembre de 2022 lo recuerda con una sonrisa, la misma sonrisa que regala sin reservas cuando habla de la familia con la que compartirá la Navidad.

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“Siempre para mí, Navidad es en familia; y, por supuesto, también con los ejecutivos tenemos un brindis. Para mí, la Navidad es, primero, agradecimiento por el año transcurrido, por los errores que podemos haber cometido, que finalmente son lecciones, y por las nuevas oportunidades (...). Antes que nada, creo que es un agradecimiento a Dios y también un momento para reflexionar cómo podemos construir una mejor persona para el siguiente año”, precisa.

¿Cuál es el mayor reto personal que tiene Isabel Noboa?

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“Yo diría que, a nivel familiar, sería tener a toda mi familia muy unida, porque de todas maneras alguno no está de acuerdo con lo que hace el otro, pero ahí es donde tenemos las madres que lograr la comprensión. Y a nivel empresarial, mi reto es producir más fuentes de trabajo y tratar de apoyar a los adolescentes cuando ellos requieran de mi ayuda”.

Isabel Noboa ha integrado a sus tres hijos, como directores, a la holding empresarial Nobis. “Mis hijos son mi vida; son lo más importante que yo puedo tener”, confiesa.

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Para la empresaria hay otra persona fundamental, a la que admira y anhela: “Espero que me admire también”. Se trata de su esposo, el cardiólogo Agustín Loor Viteri, de quien dice es su apoyo: “Un hombre inteligente que me puede guiar en cosas que a lo mejor yo no las tenga tan claras”. La cautivan de él hasta detalles como su conocimiento sobre vinos, quesos o ubicaciones geográficas en todo el mundo. Es un hombre que lee mucho.

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La líder empresarial no solo predica la disciplina: ella la practica en todos los aspectos de su vida, porque considera “que lo fácil lleva a un futuro difícil”, y que cuidar la parte física y mental es primordial. En esto incluye la nutrición; pero, si se trata de darse un gusto, opta por un choclo cocido solo con queso. La entrevista se torna una conversación en medio de sonrisas al hablar de su cotidianidad.

A través de fundaciones y de sus empresas Isabel Noboa ha generado ayuda y empleo. Dice que eso es algo por lo que se siente agradecida con Dios. Foto cortesía: Zaky Monroe IG:@zaky.monroe

¿Qué la agobia?

“Tal vez, a veces, siento que tengo muchas cosas que quiero cumplir y el tiempo no me alcanza (risas). Parte de lo que me enseñaron en Harvard es ‘Maneja tu tiempo’. Pero para manejar mi tiempo, si quiero orar, si quiero hacer ejercicio físico, si quiero cumplir con mis tareas de madre, si quiero en un momento dado también cumplir con mi responsabilidad empresarial y social, se me acorta el tiempo, porque, aunque yo no quiera, el día se me hace como si fuera una hora (risas)”. Empieza su jornada a las 06:30 y la termina a las 22:30, si no debe cumplir con alguna actividad social.

¿Qué es lo que más disfruta?

Disfruto leer, los hobbies; me gusta el ajedrez; disfruto leer los periódicos y mantenerme al día; y, por ejemplo, hacer el sudoku, ver películas también. Pero no siempre me alcanza el día para todo (ríe).

¿Qué tipo de películas ve?

“Me encantan las de suspenso o basadas en la vida real: esas son las películas que más me gustan, y para mí son un descanso. Muchas veces, cuando estoy agobiada por el día, me encanta meterme a mi sala de televisión y olvidarme de todo lo que he tenido que hacer viendo una de estas películas”.

En la era tecnológica

La figura de Isabel Noboa Pontón no es esquiva a la modernidad. Sus estudios superiores los hizo a distancia en la Universidad de Londres, donde obtuvo su certificado en economía (cuando estábamos lejos de la pandemia del COVID-19, que obligó a la teleeducación), pero luego estudió personalmente en Harvard. Y esta última preparación, sus maestros y metodología son lo que más valora: “Cuando regresé de Harvard, lo que hice es que puse en una tarjeta todo lo que creía que era importante a nivel empresarial, para trabajar con mis ejecutivos con esas bases”.

A la holding empresarial Nobis, Isabel Noboa sumó a sus hijos. El trabajo en equipo es parte de lo que ella pregona. Foto cortesía: Zaky Monroe IG:@zaky.monroe

La redes sociales son un vehículo que utiliza para motivar e inspirar. En Instagram supera los 25.000 seguidores, en Facebook la siguen 62.000 usuarios y en Twitter bordea los 65.000, pero no se ha dejado seducir por TikTok.

“Si inspiro es solo porque hablo con el corazón, con fe en lo que expreso. Si motivo es solo porque creo en los sueños y creo en las personas”, puntualiza. Se declara alagada de que se la considere una motivadora. “Creo que si he podido entregar es porque he tenido la oportunidad de hacerlo, y todo lo que yo pueda aportar a cualquier persona, no importa el estatus, como Isabel Noboa, que sepan que tienen en mí una persona que siempre va a estar dispuesta a ayudarlos y tender la mano”.

Y recalca su gratitud con Dios por la oportunidad de dar, buscando cerrar brechas, evitar la escasez o el dolor. En ese punto del camino menciona a FANN, la Fundación Nobis que impulsa, entre otros, los emprendimientos rurales y Unidos por la Educación. “Tenemos más de 72 empresas para ser parte de la reconstrucción de nuestra sociedad”, anota.

Su nombre apareció en 2022, por octavo año consecutivo, como la empresaria más respetada del Ecuador en el ranking del Monitor de Reputación Empresarial Corporativa (Merco), y no hay duda de que en 2023 volverá a integrar la nómina. ¿Cómo ha marcado el camino en sus empresas para una equidad de género?, le preguntamos:

“Caminante no hay camino, se hace el camino al andar. Son tus huellas el camino. Para la equidad de género, nosotros tenemos lemas en nuestras paredes. Combatimos la discriminación y capacitamos a la mujer en labores que antes solo ejercían los hombres”, responde, sin dejar de recordar que cuando inició su carrera empresarial de negocios (98) sintió que el hecho de ser mujer marcaba una diferencia, pero luego comprendió que “el género no debe intimidarnos”.

Habla de trabajo en equipo para lograr la igualdad de oportunidades, de sueldos y capacitación.

“Las mujeres y los hombres tenemos cualidades que nos complementan. Nuestra condición de mujer nos ayuda en todo momento, en especial a la hora de negociar. Nosotras podemos hacer varias cosas a la vez sin problema y con éxito. El mundo de los negocios es complejo; pero, con perseverancia, más un equipo de ejecutivos y colaboradores comprometidos y nuestra intuición, ese sexto sentido propio de las mujeres, podemos triunfar”, sentencia.

Y si un joven que se enfrenta a la vida laboral le pide un consejo, casi como a una madre, ¿qué le diría?

“Yo le diría que, en primer lugar, maneje su vida con principios y valores. Si tú no haces la cosa de una manera derecha, en algún momento dado vas a tener problemas; entonces, no trates de hacerte el sabido, no trates de saltarte cosas. Persigue el tener una vida con sueños y con enfrentamientos contigo mismo para vencer obstáculos que solamente están en tu mente. Tú tienes que aprender que todo lo puedes superar, que lo único que hasta ahora he visto que no podamos superar es la muerte; el resto, todo. Pero siempre con principios, valores, disciplina y perseverancia, porque muchas veces fracasamos en algo y decidimos no volverlo a hacer. Ese no es el camino: tenemos que aprender de esos errores para salir adelante. (...) Hay que seguir buscando, que el que persiste encuentra. No siempre puedo tener yo el remedio para ellos en un trabajo, ¿por qué? Porque no haría competitiva las empresas si necesito un abogado y contrato tres; entonces, desgraciadamente tengo que también limitar. Pero todos finalmente, en donde estemos, tenemos que apoyar para hacer crecer las fuentes de trabajo”.

De no tener un plato de comida a próspero exportador

El rostro de Isabel Noboa se ilumina al hablar de Luis Noboa Naranjo, su padre. El pecho se le hincha y, aunque ha compartido en redes algunas publicaciones al respecto, verla y escucharla hablar de él es una lección de crecimiento: “Mi padre fue un maestro para mí. A través de su vida me demostró que no hace falta tener para poder hacer. Entonces, siempre se lo repito a todos los adolescentes cuando me dicen: ‘Es que yo no tengo para hacer esto o lo otro’. No hace falta; o sea, si tú quieres construir tu sueño, tienes que buscarte la forma, y eso fue lo que hizo mi padre”.

En ese punto de la conversación relata que Luis Noboa Naranjo “en algún momento en su vida no tuvo ni siquiera qué comer y, sin embargo, logró hacer del Ecuador el primer exportador de banano del mundo; y él fue el primer exportador privado del mundo, el más grande exportador privado del mundo, pero todo eso de un hombre que comenzó por abajo y comenzó realmente primero siendo un líder, vendiendo revistas. A los 8 años ya salió en una revista que se llamaba Sabia como el niño que más revistas vendía en el Ecuador. Entonces, no importa dónde tú estés, cuáles antecedentes tú puedas tener: tu futuro está solo en tus manos”.

Isabel Noboa Pontón, en Puerto Santa Ana, donde están varios de sus proyectos inmobiliarios. Foto cortesía: Zaky Monroe IG:@zaky.monroe