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La amenaza de muerte cruzada ha estado en la boca de Rafael Correa, Lenín Moreno y Guillermo Lasso durante sus mandatos, ¿esta figura se volvió un chantaje político o tabla de salvación?

Desde la creación de la figura en 2008, los presidentes de turno la han invocado cuando no tienen el apoyo del Legislativo.

Rafael Correa, Lenín Moreno y Guillermo Lasso han amenazado con disolver la Asamblea. Fotos: Archivo

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Desde la creación, con la Constitución de 2008, de la figura conocida como muerte cruzada (disolución de la Asamblea por parte del Ejecutivo) ha sido nombrada, en tono de amenaza, en varias ocasiones por los diferentes gobiernos de turno, especialmente cuando desde el Legislativo no se aprueban leyes provenientes de la Presidencia.

El expresidente Rafael Correa la recordó varias veces durante los diez años que duró su administración. Por ejemplo, en julio de 2010, cuando el correísmo no tenía una mayoría abrumadora en la Asamblea, advirtió a la oposición legislativa que podría acudir a la muerte cruzada si continúa con ‘jugarretas’, que bloqueaban varios proyectos de ley propuestos por el Ejecutivo.

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En septiembre de ese mismo año Correa volvió a amenazar al Legislativo con la aplicación de esta figura luego del veto a la Ley de Servicio Público. Un año después , en 2011, antes de que el correísmo obtenga la llamada “aplanadora” (100 asambleístas), el exmandatario amenazó a la oposición porque se tardó en designar a su delegado al Consejo de la Judicatura.

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La última vez que Correa amenazó con esta medida fue en 2017 cuando Lenín Moreno y Guillermo Lasso disputaron la segunda vuelta electoral: “Si gana la oposición y quieren destrozar todo lo ganado, existe la figura de muerte cruzada”, dijo.

En tanto, en la administración de Moreno también se amenazó con la muerte cruzada. Era abril de 2020 y con los estragos de la pandemia a tope el Ejecutivo buscaba que la Asamblea aprobara dos proyectos de leyes, entre ellas la de Apoyo Humanitario. María Paula Romo, en esa época ministra de Gobierno, en una entrevista televisiva cuestionada sobre la muerte cruzada afirmó: “Vamos a hacer lo que sea necesario para darle al país una salida”.

Actualmente el presidente Guillermo Lasso casi desde el inicio de su mandato ha advertido con la aplicación de esta figura y más aún si en la Asamblea hay los votos para destituirlo a través del juicio político: “La muerte cruzada siempre ha estado sobre el escritorio del presidente”, afirmó Henry Cucalón, actual ministro de Gobierno.

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Al final, Correa y Moreno no la aplicaron porque lograron mayoría en la Asamblea o llegaron a acuerdos, y la decisión de Lasso se conocerá después. Sin embargo, con estos antecedentes, surge la pregunta ¿la muerte cruzada se volvió un chantaje político? Para el analista político Cristian Carpio esta figura tiene su génesis en el escenario que vivió Ecuador a finales de la década del 90 y principios de los 2000.

“Salieron muchos presidentes y se quedaron los congresos. Al ver este escenario el correísmo lo que hizo con la Constitución es tener mayor control sobre el poder real que tiene la actual Asamblea para garantizar la estabilidad política de un partido como Alianza PAIS. En la actualidad la muerte cruzada ha sido tomada como un instrumento político más que como una visión democrática”, dice.

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La figura es más para medir fuerzas y generar amenazas a la Asamblea: “Aunque puede funcionar para tener una salida política cuando hay bloqueos constantes y donde efectivamente el Legislativo no facilita la solución política”, dice.

Añade que la muerte cruzada (como amenaza) ha permitido que presidentes como Moreno terminen su administración y que por ahora Lasso se mantenga en el poder.

Ismael Quintana, constitucionalista, asegura que esta figura no es propia del régimen del Gobierno ecuatoriano, ya que el mismo ha sido siempre de corte presidencial: “Lo que hicimos en 2008 fue trasplantar ese instituto de tufo parlamentario al régimen presidencial, donde, además, en la Constitución se le da al presidente demasiada prominencia sobre el resto de poderes del Estado”.

Por esto es que Correa, Moreno y Lasso cuando se han sentido incómodos con el Legislativo acudieron al argumento de utilizar la muerte cruzada como un mecanismo de amenaza para la Legislatura, añade Quintana.

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“Por ejemplo, el presidente Correa también amenazó con aplicarla cuando se debatía la aprobación del aborto por violación. Lo mismo hizo Moreno y ahora Lasso. Desde este punto de vista no puede analizarse ni verse a la muerte cruzada como un instituto democrático más bien es ajeno al régimen presidencialista. Creo que a futuro se debería analizar la posibilidad de eliminarla o de al menos delimitar la facultad presidencial (para aplicarla)”, dice.

Aunque aclara que esto también devela que en Ecuador ninguna institución constitucional calza, ya que antes de la actual carta magna el Congreso podía destituir presidentes sin tener causales y esto se cambió en 2008, lo que lleva a pensar que el problema es el mal uso que le dan los políticos a la muerte cruzada, al juicio político, entre otras figuras.

En tanto, Íngrid Ríos, docente-investigadora de la Universidad Casa Grande, cree que no se puede considerar que la figura como tal sea un chantaje sino que “muchas cosas que se ponen el papel y que son escritas teóricamente en un sentido cuando se materializan son muy distintas”.

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La muerte cruzada en el papel sí es una herramienta democrática para los actores y líderes políticos, aunque no para salvaguardar la democracia. Sin embargo, el cómo se piensa utilizar es distinto, no considero que sea un chantaje, pero sí una amenaza”, indica.

¿Por qué existe el miedo en el Legislativo de la muerte cruzada?

Carpio indica que actualmente la Asamblea está distribuida en distintos poderes políticos que llegaron porque sufrieron el efecto arrastre de líderes que tuvieron un excelente desempeño electoral y que en unas elecciones anticipadas no van a tener el mismo desempeño.

“La mayoría de los asambleístas no serán reelectos. La aceptación de la Asamblea es menor que la del presidente. Hay miedo de perder los cargos, el poder”, dice.

Sin embargo, afirma que esto no aplicaría con el partido UNES (correísmo), ya que ellos sí buscan la muerte cruzada porque se sienten con “momentum político” y pueden captar hasta la Presidencia.

“Sin vergüenza, atrévete a llamar a la muerte cruzada”, pidió Correa a Lasso a través de Twitter, tras un titular del mandatario en Financial Times sobre el uso de la figura que consta en la Constitución redactada por la Asamblea Constituyente a la que Correa promovió. (I)

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