Las retaliaciones siguen en varias zonas del cantón Quinindé, en Esmeraldas, donde las organizaciones delictivas Los Tiguerones y Choneros mantienen una pugna.

Las zonas de La Aldea y Nuevo Quinindé son algunos de los escenarios de esta disputa que incluye la explosión de bombas, enfrentamientos a tiros con fusiles e intentos de asesinato.

El último ocurrió alrededor de las siete de la mañana de este 2 de diciembre cuando un empleado municipal estaba por salir de su casa, pero no lo hizo ya que vio a hombres armados que lo esperaban en el exterior, en dos motos.

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‘Llegaron a darme una plomiza porque no quieren que siga con el caso del asesinato de mis hijas’, dice la mujer a la que luego la Policía allanó la casa en Esmeraldas y anunció lo que halló

El individuo cerró las puertas de su vivienda y se refugió en su interior. La fachada quedó con orificios de perdigón.

Horas antes, alrededor de las cuatro y media de la mañana del mismo 2 de diciembre, una casa de tres plantas recibió impactos de bala y en los alrededores se hallaron bombas molotov. Esto ocurrió a escasos metros de la oficina del servicio de alcantarillado sanitario del cantón.

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Los vecinos despertaron ante la explosión de las bombas y las detonaciones de las balas.

Mientras, en la madrugada del domingo 27 de noviembre explotaron bombas y varias casas quedaron afectadas en la zona de La Aldea.

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Estos hechos son registrados en el sitio de Facebook El Libertador de Quinindé y la Policía ha indicado que la disputa es en torno a los delitos de tráfico de drogas, extorsión y robos.

‘La banda de los Tiguerones y mi sobrino están detrás de la muerte de mis dos hijas y ahora me quieren matar a mí’, dice madre de asesinadas

Mercedes Chumo cuenta que en el ataque del domingo una granada no explotó y hubo afectaciones en tres casas del sector con ventanas dañadas. Ella responsabiliza a Los Tiguerones de estos hechos.

Dos de las hijas de Chumo fueron asesinadas en enero pasado, en medio de este enfrentamiento. Ese doble crimen sigue impune. “Estuve en la Fiscalía esta semana y no hay boletas de captura para detener a los responsables, yo fui testigo del asesinato de mis hijas, pero no se hace nada para detener a los culpables y ahora quieren matar a mi exesposo”, afirma la mujer refiriéndose al trabajador del Municipio que sufrió el atentado.

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“No sé qué es lo que pasa en esta guerra, no sé qué es lo que pasa con las autoridades de este pueblo”, afirma Mercedes sobre los hechos ocurridos.

El establecimiento educativo Andrés F. Córdova también es blanco de los atentados con bombas. El equipo Antiexplosivos de la Policía retiró la noche del 29 de noviembre último un explosivo que había sido colocado en la puerta principal de esta unidad educativa.

Los padres de familia tienen temor y algunos prefieren no enviar a sus hijos a las clases que son presenciales. (I)

Una bomba explotó de forma controlada al pie de la Unidad Educativa Andrés F. Córdova del cantón Quinindé. Foto: CORTESIA SITIO DE FACEBOOK EL LIBERTADOR