Viceministra de Educación: cuando Twitter te pide la renuncia, ¿de quién es la culpa?

Por Sonia Yánez Blum (Twitter: @soniayanezblum)

La señora de la puerta ya no está en Twitter. Su usuario @aleccardenas no aparece y con ella se va una gran bitácora de recuerdos y momentos que hizo que -en pandemia- nos diera información actualizada de cómo protegernos del coronavirus cuando en Ecuador no se lo tomaba en serio. Sí, porque aunque muchos recuerdan el incidente de sacarle la puerta del cuarto de sus hijos, de ahí su apodo. Yo la recuerdo por publicar en tiempo real cómo ella vivía la pandemia cuando residía en China. Momento en que muchos consultábamos sobre cómo hacían con las compras, la desinfección, etc. Twitter es blanco y negro. Ahora es el momento negro.

La exviceministra Alexandra Cárdenas contaba con gran número de seguidores en Twitter, más de 30.000. Tenía un estilo frontal y radical.

Si no coincidías con ella, no la seguías; pero muchas veces dijo cosas que internautas consideran eran lo que necesitaban leer. Así dicen los mensajes.

Podríamos decir que era una líder de opinión digital, que desde su papel como ciudadana tenía o sentía la libertad de opinar con libertad. Muchos la seguían, generaba discusiones, opiniones a favor o en contra.

El gran problema vino cuando se posesiona como viceministra de Educación, el 9 de septiembre, y en tan solo 19 días el linchamiento digital, la publicación de fotos antiguas y filtraciones de anteriores comentarios, pugnaban para atribuirle acciones que no debían verse en una autoridad.

La memoria de los CSI tuiteros no se hizo esperar, y en una semana tan convulsionada por el mal manejo de la comunicación del Gobierno, surgió el escrutinio mediático contra ella. Ataques organizados, tuits pagados, eso siempre existen, lamentablemente, en el mundo Twitter. Pero si el dueño de la cuenta ha realizado esos comentarios ese es el gran tsunami.

No hay peor crisis que la desatada por tu propia lengua o por tus tuits.

Línea de tiempo

Comentarios en Facebook 2016 por polémica con su hijo.

Tuits polémicos 2018 -2021 (se criticó su RT a una publicación que atacaba a la madre de María Belén Bernal hace una semana).

Posesionada el 9 de septiembre de 2022.

Eliminó el martes 27 de septiembre de 2022 su cuenta de Twitter.

28 de septiembre renuncia al cargo.

Hablando de ‘huevos’ en la política y en la imagen digital

Twitter como campo de batalla

Un alto cargo no es un chaleco antibalas ante el escrutinio digital. Se convierte en vitrina de tus pensamientos actuales y de muchos años atrás. Lamentablemente, una palabra, un tema tratado a nivel personal cuando eres funcionario público, adquiere otra connotación.

Si aceptas un cargo público, ¿estás consciente lo que implica? Muchos no.

Periodistas, abogados y políticos tienen en las biografías de sus cuentas: esta es mi cuenta personal y no representa a donde trabajo. ERROR.

Si publicas fotos, reels o la gente te vincula con el sitio de trabajo, esa separación de personajes es nula. Y si no las publicas, también.

Siempre le digo a mis alumnos y personas que me preguntan por este tema que muchos consideran superficial: no subestimes tu huella digital.

Las hordas de guerreros digitales de tendencias políticas contrarias, cuentas falsas, fanáticos, periodismo de investigación o de ciudadanos que también revisan con lupa cada paso.

Un solo tuit basta para ponerte en el ojo del huracán.

En otros países ya había pasado. Con CEOS que tienen que renunciar, primeros ministros con escándalos, etc.

¿Por qué no aprenden los personajes públicos a cuidar su huella digital?

Subestiman el peso de lo que una tendencia, real o no, ocasiona a una marca, organización o gobierno.

El problema no son los contrarios o los falsos grupos de apoyo, la debilidad radica cuando el perfil y la marca personal y profesional está comprometida por comentarios o publicaciones reales, porque lo políticamente correcto es una habilidad que un mundo de juicios digitales no se los puede eludir.

¿Quién es el responsable de esta renuncia?

Primer responsable quien aprobó su contratación sin revisar su huella digital. Ahora tienes que ser y parecer también en digital. No es un tema de moda. La auditoría de reputación online existe, y debe aplicarse ahora que muchas de las exigencias de los ciudadanos ya no pasan intermediadas por la prensa. Sino directo desde sus teléfonos.

Que es un tema solo para la gente que ve redes sociales. Falso.

Con esta renuncia y crisis de credibilidad, vimos que no.

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¿Hay forma de salir ileso del escrutinio?

Fórmulas mágicas no existen. Sino un trabajo metódico y planificado.

No te confundas, la reputación online tiene varios matices que van desde las fotografías, tus interacciones, tus post, RT y referencias de terceros sobre ti.

Por eso aquí te comparto los aspectos que debes vigilar en la construcción de tu huella digital para evitarte problema.

• El conocimiento de la marca personal.
• Liderazgo intelectual.
• Las causas digitales que apoyas.
• La relación e interacción con tu comunidad digital.
• La coherencia entre tus propuestas y comentarios y tu cargo laboral.

Estas 24 horas de presión en redes y medios ante la huella digital de una autoridad brinda la oportunidad para que hagamos un análisis más profundo de hacia dónde va la opinión pública digital, si es manipulable y cómo las autoridades pueden navegar en esas aguas que parecen desconocer.

Si estás en política o eres figura central de una empresa, tu presencia online y tu pasado digital no es privado.

Estás bajo el escrutinio que como ahora hace desaparecer de la esfera digital a personas con cargos de autoridad que sufrieron bajo la camisa de fuerza impuesta en la era de la reputación online y la hipervisibilidad.

Ese es el precio a pagar. (O)