A la vanguardia del mundo, Países Bajos lideró hace dos décadas la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo, con unas 20.000 parejas homosexuales registradas a día de hoy, aunque, veinte años después, está lejos de ser líder en el compromiso y protección de las personas LGBTI.

El 1 de abril de 2001, Países Bajos se estrenó como el primer país del mundo en legalizar el matrimonio homosexual, aunque fue en 1995 cuando el Ejecutivo neerlandés encargó a una comisión independiente estudiar la introducción de esta posibilidad en el código civil para que, tres años después, entrara en vigor una ley que reconoce las parejas de hecho registradas, lo que era una alternativa legal al “matrimonio” para los homosexuales.

Hoy, más de 19.000 hombres y casi 21.000 mujeres están unidos en matrimonio con una pareja de su mismo sexo en el país, una cifra a celebrar para el grupo de derechos de los homosexuales, que pide aprovechar el vigésimo aniversario para que “Países Bajos vuelva al grupo líder mundial en lo que respecta a la igualdad de derechos y la aceptación”, un mensaje que este grupo apunta como tarea pendiente para el futuro gobierno neerlandés.

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“Al haber sido el primer país en legalizar el matrimonio de parejas del mismo sexo en 2001, hicimos historia mundial. ¡Sería estupendo si redescubrimos ese espíritu pionero y volvemos a estar en la vanguardia mundial! No puedo imaginar un mejor regalo por los veinte años de matrimonio y el 75 aniversario de COC (organización)”, dijo su presidenta, Astrid Oosenbrug.

Países Bajos se encuentra en el decimotercer puesto en Europa en el índice Rainbow Europe, la lista de países donde los derechos de las personas LGBTI están bien regulados, y está por detrás de países como Malta, Bélgica y Luxemburgo, aunque se encuentra en segundo lugar en cuanto a la aceptación por parte de la población, solo superado por Islandia.

“Muchas personas LGBTI se enfrentan a la violencia por lo que son y recientemente quedó claro de nuevo que hay colegios en Países Bajos que rechazan activamente a estas personas”, lamentó COC en un comunicado, en referencia al polémico rechazo de las escuelas calvinistas a los hijos de padres que no firmen un documento rechazando la homosexualidad.

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Después de más de un siglo, Países Bajos se cuestiona ahora el poder constitucional de las escuelas religiosas de rechazar alumnos con base a la “filosofía vital” de su familia, después de que el ministro de Educación, Arie Slob, se haya tenido que retractar tras defender a los colegios calvinistas que exigen a los padres renegar por escrito de la homosexualidad.

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Desde 1917, el artículo 23 de la Constitución neerlandesa recoge que “toda persona será libre de impartir educación, sin perjuicio del derecho de supervisión de las autoridades”, un argumento que usan escuelas calvinistas o islámicas para rechazar alumnos si la “filosofía de vida” de sus padres no es compatible con la educación religiosa que ofrecen.

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Este es uno de los ejemplos que mantiene al país lejos de liderar las listas y por eso Oosenbrug pide trabajar en normativas que permitan “volver al primer puesto”: “Quiero un país donde todos se sientan libres de ser ellos mismos, escuelas donde la diversidad sea la norma y calles donde todos se sientan seguros, independientemente de su sexo, identidad de género, orientación sexual, color de piel y género”, subrayó.

COC ha puesto sobre la mesa un Acuerdo Arcoíris que pide implementar al Ejecutivo que salga de las negociaciones para la formación del próximo gobierno, y le exige que prometa medidas concretas sobre la aceptación de personas LGBTI en las escuelas, la promoción de derechos de transición legal para personas transexuales, la prohibición de las “curas de la homosexualidad” y la imposición de sanciones legales a la violencia contra los LGBTI.

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Además, defiende una ley de paternidad múltiple, que un niño tenga más de dos padres legales, también conocida como crianza múltiple. “Algunos niños crecen con tres o cuatro padres, mientras que la ley dice que solo puede haber dos. El niño tiene derecho a que todos sus padres reales también puedan cuidarlo legalmente”, subrayó Sara Coster, de la plataforma Meer Dan Gewenst para personas LGTBI que quieran ser padres.

Esta organización estima que hay cientos de familias con padres múltiples en Países Bajos.

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Impulsar la posición de Países Bajos en los índices incluye, para COC, sobre todo el anclaje permanente de los derechos LGBTI en la Constitución, añadiendo a su artículo 1 la prohibición de la discriminación también de los derechos LGBTI, algo que el Parlamento neerlandés ya ha respaldado, a falta del aprobado del Senado y su introducción en la norma suprema. (I)