Este miércoles la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) indicó que la llegada del invierno austral aumenta las dificultades de casi dos millones de refugiados venezolanos en Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay, Perú y Uruguay, países que se encuentran entre los más afectados ahora por la pandemia.

“Mientras que la COVID-19 continua devastando la región, la llegada del invierno amenaza con exponer a los venezolanos a dificultades indescriptibles”, afirmó el responsable de la Oficina Regional para Suramérica de Acnur, Juan Carlos Murillo.

Pese a los cierres de fronteras por la pandemia, los venezolanos han seguido cruzando y han sido incluidos, en la mayoría de los casos, dentro de los programas de salud nacionales, pero con la saturación de los sistemas de salud en la región, el acceso a los tratamientos es más difícil, señaló la agencia de Naciones Unidas.

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Con las bajas temperaturas, los refugiados venezolanos, que en su mayoría perdieron el trabajo durante la pandemia, se enfrentan a un aumento de la pobreza, los desalojos y otros riesgos, ya que no pueden permitirse la compra de calefactores, ropa, medicinas o suficiente comida.

En Brasil, uno de los países más afectados por la pandemia actualmente, varias fuertes tormentas azotaron la región del Amazonas, lo que resultó en las peores inundaciones desde 1902, provocando el desplazamiento de miles de brasileños y venezolanos, recordó Acnur.

En la frontera norte de Chile, por donde llegan los refugiados venezolanos a pie y sin ropa adecuada, las temperaturas ya son bajo cero, así como en muchas zonas del resto del país, que también se ha visto afectado por grandes tormentas y lluvias.

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Acnur pidió la ayuda de distintos gobiernos para financiar su plan de respuesta para los refugiados y migrantes de Venezuela, en vísperas de la conferencia de donantes que acogerá Canadá la semana próxima. (I)