Perú aún no puede retomar la calma tras la destitución de Pedro Castillo, en los últimos días se han incrementado la violencia en las manifestaciones que exigen un adelanto a las elecciones. Este lunes se registró la incursión al aeropuerto de Arequipa por parte de un grupo de personas que exigían la renuncia de Dina Boluarte, quien asumió el poder.

Tras acciones del Ejército y de la Policía se pudo recuperar el control tras quemar casetas de control y dañar el cerco perimetral. Se estima que cerca de 2.000 personas ingresaron a la pista.

Siguen manifestaciones y cierres de vías en protesta en Perú, mientras la presidenta Boluarte envió propuesta de nuevas elecciones para 2024

El ministro de Defensa de Perú, Alberto Otárola, dijo en la sesión plenaria del Congreso que ya eran tres las personas fallecidas en las jornadas de protestas.

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Otárola afirmó que “todo hace indicar” que las protestas surgidas en Andahuaylas tienen un origen “espontáneo” de una protesta ciudadana, pero consideró que también hay “movimientos oscuros” como el narcotráfico o la minería ilegal.

La Defensoría del Pueblo, en cambio, elevó a cuatro las víctimas justamente las dos últimas se dieron este lunes. Uno de los manifestantes que se habían tomado la pista de aterrizaje del aeropuerto de Arequipa falleció tras la represión policial mientras que la otra muerte tuvo lugar en una marcha repelida por policías antimotines en Chincheros, en Apurímac.

“Efectivamente son tres en Apurímac y uno en Arequipa”, dijo a AFP la Defensora del Pueblo, Eliana Revollar, al confirmar un saldo de cuatro muertes desde el domingo.

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El Ministerio de Salud de Perú confirmó los cuatro fallecidos y añadió que 8 personas han sido hospitalizadas.

Las Naciones Unidas, a través de su portavoz Marta Hurtado, hicieron un llamado a los participantes de las protestas a actuar con moderación. Además hizo un llamado a las autoridades deben cumplir y permitir que la gente ejerza su derecho a la reunión pacífica y que solo cuando sea necesario se haga uso de la fuerza.

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Mientras que la Conferencia Episcopal Peruana hizo un llamado a “una apremiante invocación a construir puentes de diálogo, llamando a la serenidad a todos nuestros compatriotas que realizan protestas en diversas partes del país, cuyos reclamos, cuando justos, deben ser escuchados; pero que ejerzan su derecho sin violencia”. (I)