Más de una decena de adolescentes han sido hospitalizados en México tras copiar una peligrosa tendencia en internet que implica tomar tranquilizantes y luchar contra el sueño. El juego, llamado “El que se duerma al último gana”, consiste en consumir medicamentos controlados que inducen al sueño y tratar de aguantar despierto el máximo tiempo posible.

El 25 de enero, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) mexicana alertó a los jóvenes del riesgo que conlleva un reto que se ha hecho viral en la plataforma TikTok.

El ‘desafío tranquilizante’, que se volvió viral en México, generalmente hace que las personas tomen el sedante clonazepam, un medicamento para las convulsiones y la ansiedad. Se produce semanas después de un informe de ocho estudiantes en la capital Ciudad de México que se enfermaron por abuso de clonazepam, y tres casos más en la ciudad norteña de Monterrey.

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En Guayaquil también se ha alertado del reto que ya afecta a varios adolescentes con clonazepam.

‘Mi hijo durmió 14 horas, pasaba somnoliento y hasta vomitó': niños y jóvenes en Guayaquil afectados por consumir clonazepam para cumplir reto viral en redes sociales

Los estudiantes usarían la droga, una benzodiazepina controlada similar a Xanax, y verían quién podía permanecer despierto más tiempo a pesar de la somnolencia que causa como efecto secundario. La tendencia surgió en las redes sociales y los funcionarios piden a los padres que controlen el uso de estos sitios web por parte de sus hijos pequeños.

Las autoridades mexicanas advirtieron por primera vez sobre el desafío el 25 de enero, una semana después de que los estudiantes enfermaran en la Ciudad de México. Se cree que todos los niños enfermos están en quinto o sexto grado. Esto significa que es probable que todos tengan entre 10 y 12 años. No hay información disponible sobre la condición actual de estos estudiantes. Se requiere receta médica para obtener clonazepam, comercializado bajo Rivotril al sur de la frontera, en México.

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Pero los funcionarios temen que los niños hayan podido comprar las drogas sin receta y han advertido a las tiendas que no vendan ilegalmente la sustancia controlada. El clonazepam actúa ralentizando el sistema nervioso central de una persona, permitiéndole relajarse. Su efecto secundario común más fuerte es la somnolencia intensa, pero si alguien usa demasiado, puede provocar latidos cardíacos irregulares, dolor en el pecho, presión arterial baja, convulsiones y dificultad para respirar.

Los casos más graves pueden llevar al coma o la muerte, ya que la respiración de una persona se ralentiza tanto que provoca daños en el cerebro. Al igual que otras benzodiacepinas, el clonazepam es altamente adictivo. Una persona puede volverse dependiente de él después de solo unas pocas semanas de uso.

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Actualmente no está claro qué cantidad de los medicamentos tomaron los niños hospitalizados. Las dosis de clonazepam se calculan por peso, y es posible que los niños pequeños hayan sufrido una sobredosis si tomaron cantidades del tamaño de un adulto. Los temores sobre este tipo de desafíos y los otros daños de las redes sociales para los jóvenes de todo el mundo hacen que algunos funcionarios destacados pidan medidas enérgicas.

Redes sociales influyen negativamente en jóvenes

Durante el fin de semana, el Dr. Vivek Murthy, cirujano general de Estados Unidos, pidió a los padres que no permitan a los niños menores de 16 años acceder a estas plataformas por completo sin supervisión.

Murthy le dijo a CNN que los niños menores de 16 años no deberían tener permitido de usar redes sociales. “Creo que 13 años es demasiado pronto”, dijo. “Y creo que es un momento, la adolescencia temprana, donde los niños están desarrollando su identidad, su sentido de sí mismos... Y el entorno sesgado y distorsionado de las redes sociales perjudica a muchos niños”. Además del riesgo de incitar a los niños a participar en actividades peligrosas como el ‘desafío tranquilizante’, los estudios también han relacionado el uso de las redes sociales con una mala salud mental. Un informe de 2020 realizado por investigadores de la Universidad Johns Hopkins vinculó el aumento de los problemas de salud mental de los adolescentes en la década de 2000 con la llegada de las redes sociales.

Otro equipo de Johns Hopkins descubrió en 2019 que los estudiantes que pasan más de tres horas al día en las plataformas de redes sociales muestran riesgos más significativos de problemas graves de salud mental. Los investigadores encontraron un fuerte vínculo entre el tiempo dedicado a las redes sociales y la probabilidad de desarrollar depresión al observar más de dos docenas de estudios. (I)

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