Este domingo, Chile realiza una de las elecciones más importantes desde el regreso a la democracia (1990), en medio de un clima polarizado que ha dejado con pocas chances a las dos coaliciones que se han turnado en el poder desde hace 30 años.

En ese marco, los inmigrantes chilenos también se acercan a las urnas en ciudades de varios países, incluyendo Quito y Guayaquil.

En esta última, el cónsul chileno Manuel García-Rey, que tiene en la ciudad casi tres años, comentó que la jornada electoral es la misma que en su país, de 08:00 a 18:00, tras lo cual comienza el escrutinio para enviar los resultados de forma digital, y un día después los votos físicos como respaldo por valija diplomática.

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En Guayaquil estaban habilitadas para votar 500 personas en dos mesas, ubicadas en las instalaciones de la Universidad Casa Grande, tomando en cuenta que este consulado cubre a los chilenos —por nacimiento o nacionalización y que registraron su cambio de domicilio electoral— no solo de Guayas, sino también de Azuay, Loja y otras provincias del sur de Ecuador.

El otro punto de votación está en Quito, en la Universidad UTE, donde el número de personas habilitadas para votar también era de alrededor de 500.

Mesa electoral para las elecciones chilenas, en Quito. Foto: Cortesía

En comicios anteriores votó en torno al 60 % del padrón electoral, pero se esperaba que en estas presidenciales aumente ese número.

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“El proceso se ha desarrollado con normalidad (...). En las primarias votaron 58 personas y hoy esperamos que lleguen 450 personas más o menos”, dijo Alfonso Mallegas, apoderado electoral de la candidatura de Gabriel Boric (izquierda), el favorito en las encuestas.

Mallegas, quien reside desde hace doce años en Ecuador, apuntó que en esta elección se juega entre un país más justo y equitativo y la derecha, que ha demostrado que no tiene gobernabilidad. “La corrupción está por doquier en el país”, dice, y que con una nueva constitución y un presidente joven —Boric tiene 35 años— con nuevas ideas espera que se cree un nuevo Chile.

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Mientras que desde el otro polo, el apoderado del candidato de José Antonio Kast (derecha más conservadora), Sebastián Ortiz de Rosa, quien vive en Guayaquil desde hace dos años, opina lo contrario y cree que el futuro de Chile debería tener a Kast, ya que el candidato Sebastián Sichel (de centro derecha y otra de las opciones) es el continuismo del actual presidente Sebastián Piñera, a quien acusa de dar en bandeja el país al socialismo con una Convención Constituyente y poner a Chile en una situación que no vivía hace mucho tiempo.

Mientras, Fernando Larios —reside desde hace quince años en Guayaquil— matiza esta opinión y cree que cualquier Gobierno que no sea de izquierda ayudará, porque cree que está en juego la forma de vida de los chilenos, “en su forma social y económica, en todo”. “Está visto en el mundo entero que la izquierda ha sido un desastre; en vez de favorecer a las personas, lo que hace es empobrecerlas”, apuntó.

“Que gane la Constitución y Chile tenga todo lo que se merece: salud, educación, libertad“, expresó, en tanto, Jazmín Yeber, quien lleva 25 años en el país. Ella añadió que el voto debería ser obligatorio para elegir al presidente.

En Chile se espera que los primeros resultados que marquen una tendencia se puedan dar a alrededor de las 22:00, según García-Rey. (I)

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