El jefe de Al Qaida, el egipcio Ayman al Zawahiri, murió el sábado en un ataque con un dron estadounidense en Kabul, la capital de Afganistán, anunció el lunes el presidente de Estados Unidos, Joe Biden.

“El sábado, bajo mis órdenes, Estados Unidos llevó a cabo un ataque aéreo en Kabul, en Afganistán, que mató al emir de Al Qaida, Ayman al Zawahiri”, afirmó el presidente en un discurso televisado desde la Casa Blanca.

Se ha hecho justicia y este líder terrorista ya no está”, añadió.

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Ayman al Zawahiri era uno de los hombres más buscados por Estados Unidos, que prometía 25 millones de dólares por cualquier información que permitiera detenerle.

Se puso al frente de la red yihadista en 2011, tras la muerte de Osama Bin Laden a manos de un comando estadounidense en Pakistán.

Llevaba más de diez años en paradero desconocido y se le consideraba el cerebro de los atentados del 11 de septiembre de 2001 que causaron casi 3.000 muertos en Estados Unidos.

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Biden dijo que su muerte permitirá “pasar página” a las familias de las víctimas de esos ataques contra las torres gemelas del World Trade Center de Nueva York y la sede del Pentágono cerca de Washington.

Operación secreta

Identificamos a Zawahiri varias veces y por largos periodos en su balcón, donde finalmente fue abatido”, explicó la noche del lunes un alto funcionario estadounidense, mientras Biden anunciaba la noticia.

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Apenas un puñado de funcionarios estaba al tanto de la operación durante su preparación, en mayo y junio.

Un proyecto de operación se le presentó el 1º de julio a Biden en la llamada “sala de situaciones” de la Casa Blanca, mismo espacio desde el que, según una conocida foto, el expresidente Barack Obama siguió en directo el asalto contra Bin Laden en 2011 junto a Biden, entonces su vicepresidente.

El mandatario recibió incluso una maqueta de la casa al término de la presentación.

El 25 de julio, Biden reunió a los principales asesores y “buscó saber más sobre la organización de las habitaciones detrás de la puerta y la ventana del tercer piso”.

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El presidente, positivo entonces para covid, pidió la opinión de todos y “autorizó un ataque aéreo preciso y adaptado”, continuó el alto funcionario estadounidense, que pidió el anonimato.

A las 06:18 del domingo en Kabul, hacían unos 17ºC, el sol había salido hacía una hora y el jefe de Al Qaida se había levantado.

“El ataque fue finalmente ejecutado (...) por un dron. Dos misiles Hellfire (fueron disparados contra) Ayman al Zawahiri, que es abatido”, narra el funcionario.

“Fue asesinado en el balcón”.

Varios habitantes interrogados por la AFP pensaban que la casa estaba vacía.

“No hemos visto que nadie viviera ahí desde hace un año” aseguró un empleado de una oficina cercana. La vivienda “siempre estaba a oscuras, sin una sola bombilla encendida”

El ministro del Interior afgano negó el fin de semana informes sobre un ataque con aviones no tripulados en Kabul y dijo a la AFP que un cohete había alcanzado “una casa vacía” en la capital.

Sin embargo el portavoz de los talibanes Zabibullah Mujahid tuiteó este martes que un “ataque aéreo” se había llevado a cabo mediante “drones estadounidenses”, pero no habló de víctimas ni mencionó el nombre de Zawahiri.

Misiles Hellfire

Según Washington, la operación no necesitó efectivos militares en el terreno en Kabul.

Aparentemente Estados Unidos usó un arma cuya existencia nunca ha sido confirmada: los misiles Hellfire R9X “flying ginsu”, que llevan el nombre de una marca estadounidense de cuchillos inspirada en Japón.

Se dice que esta versión modificada del misil estadounidense carece de carga explosiva pero tiene seis cuchillas que se despliegan antes del impacto para cortar su objetivo sin efecto de explosión.

Una foto del vehículo de un supuesto objetivo en Siria en 2017 muestra un enorme agujero en el techo, el interior destrozado, pero la parte delantera y trasera intactas.

Esta misión fue cuidadosamente preparada”, elogió Biden en su discurso. Fue “un éxito”.

La presencia de Ayman al Zawahiri en Kabul es una “clara violación” de los acuerdos alcanzados con los talibanes en Doha en 2020, en virtud de los cuales los islamistas se habían comprometido a no acoger a Al Qaida en su territorio, afirmó un alto funcionario norteamericano.

El secretario de Estado estadounidense Antony Blinken afirmó el lunes que al “albergar y proteger” a Zawahiri, los talibanes “violaron groseramente el acuerdo de Doha” que previó la salida de las tropas norteamericanas de Afganistán.

En el marco de este acuerdo, los talibanes prometieron no volver a acoger yihadistas pero según los expertos el grupo jamás rompió sus vínculos con Al Qaeda. (I)