Un bombardeo perpetrado por las fuerzas ucranianas en Makéyevka, una región al este del país, dejó al menos 400 soldados rusos muertos en Fin de Año, informó el Ejército Ucraniano.

Esta cifra contradice la que anunció el Ministerio de Defensa de Rusia, aunque coincide en ser el mayor número de bajas en un solo ataque desde el inicio de la invasión rusa.

Según esta entidad, tan solo 63 soldados rusos murieron en el ataque. También aseguró que los ucranianos utilizaron un sistema lanzamisiles HIMARS, un arma entregada por Estados Unidos a Ucrania, que permite ataques de largo alcance.

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De acuerdo con el portavoz del Ministerio de Defensa, Igor Konashenkov, cuatro misiles golpearon “un centro de despliegue temporal” del ejército ruso, en la localidad ocupada por Moscú.

Las crifras recolectadas por Ucrania contradicen las anunciadas por Rusia. El Departamento de Comunicaciones Estratégicas del Ejército Ucraniano informó en Telegram un balance de más de 400 muertos y 300 heridos.

Aunque no se contabilizó una cifra definitiva de muertos, hasta diez vehículos militares de todo tipos fueron destruidos.

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Una fuente de las autoridades separatistas locales explicó a la agencia rusa TASS que este bombardeo se produjo debido a que muchos militares utilizaron sus teléfonos móviles, lo que permitió que fueran geolocalizados por los ucranianos.

El anuncio de estas bajas provocó conmoción en Rusia y también generó críticas contra los mandos militares, que acumulan varias derrotas humillantes en el frente ucraniano en los últimos meses.

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En septiembre, el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigu informó de 5.937 muertos en las filas rusas en varios meses de combates. (I)