Las autoridades sanitarias del estado brasileño de Sao Paulo descartaron este jueves la relación entre la vacuna anticovid y el paro cardíaco que sufrió una menor de 10 años 12 horas después de haber recibido el inmunizante y que llevó a la suspensión de la vacunación infantil en toda una ciudad.

“Se concluyó que no se trata de un evento adverso a la vacuna. No hay ninguna relación con el inmunizante suministrado. Lo que fue descubierto, infelizmente, fue un problema en el corazón (de la menor) del que los padres no tenían conocimiento”, declaró en rueda de prensa el secretario de Salud de Sao Paulo, Jean Gorinchteyn.

“A partir del momento en que fuimos informados de forma oficial de la ocurrencia, que fue un paro cardiorrespiratorio en una menor de sexo femenino 12 horas después de ser vacunada, inmediatamente colocamos un comité técnico-científico de 10 especialistas para evaluar qué puso en riesgo a esa niña”, detalló Gorinchteyn.

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A raíz del caso, la ciudad de Lençois Paulista, de 70.000 habitantes y localizada en el interior del estado, suspendió por 7 días la vacunación de niños entre 5 y 11 años, que fue autorizada en el país desde el pasado viernes.

De acuerdo con el secretario, que es médico infectólogo, con la conclusión a la que se llegó del caso, se espera que la vacunación sea retomada en ese municipio para que todos los niños “vuelvan a clases protegidos”.

La menor recibió el miércoles la primera dosis pediátrica de la vacuna del consorcio estadounidense-alemán Pfizer/BioNTech, hasta la víspera la única autorizada para niños entre 5 y 11 años.

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En una nota, Pfizer afirmó que “no hay alertas de seguridad graves relacionados al inmunizante” y los ensayos clínicos con 2.268 niños realizados en Estados Unidos, Finlandia, Polonia y España “presentaron respuestas robustas en la producción de anticuerpos y un perfil de seguridad favorable”.

Este jueves, la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa, regulador) autorizó la aplicación en menores de 6 a 11 años de la vacuna Coronavac, del laboratorio chino Sinovac y producida en Brasil por el Instituto Butantan, adscrito al Gobierno de Sao Paulo.

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En la rueda de prensa, que fue precedida con la vacunación de 100 niños de una escuela pública de Sao Paulo, los primeros de esa edad en recibir la Coronavac, el gobernador, Joao Doria, indicó que con las existencias que se tiene la población infantil (4,3 millones) del estado recibirá la primera dosis en las próximas 3 semanas.

Ya los niños de 5 años, que no fueron autorizados a recibir la Coronavac, serán vacunados con el inmunizante de Pfizer.

En caso de que el Ministerio de Salud, como lo ha dado a entender el Gobierno federal, no adquiera las dosis de Coronavac, Doria ofreció el inmunizante para los estados que lo requieran.

Diferente de la vacuna de Pfizer, que tiene una versión pediátrica, la Coronavac utilizada en menores es la misma de los adultos por tratarse de un inmunizante “de perfil de seguridad adecuado con el virus inactivado”, declaró el director del Instituto Butantan y médico hematólogo, Dimas Covas.

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Brasil enfrenta por estos días los picos más altos de contagios durante la pandemia pero sin disparada de muertes, lo que es atribuido al avance de la vacunación —casi el 70 % de su población con el ciclo completo de dosis—. El país suma casi 23,5 millones de casos confirmados y se aproxima a los 622.000 fallecimientos. (I)