Los bebés ya no están y tampoco sus antepasados. Enterrados en el borde de un cementerio de afroamericanos en la ciudad de Houston, Texas, sus cuerpos fueron arrastrados por un pantano durante fuertes tormentas en las décadas pasadas.

Docenas de voluntarios recientemente cortaron el pasto y limpiaron las lápidas para poder recuperar los restos que aún quedan de las 4.000 tumbas del Cementerio de Olivewood, hace poco clasificado como uno de los sitios históricos más amenazados por la organización sin fines de lucro National Trust for Historic Preservation.

A simple vista, algunas partes del cementerio parecen olvidadas, con tumbas que están rotas o sucias.

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Pero el cementerio, que fue redescubierto en 1993 por Charles Cook luego de haber estado abandonado por 40 años, está siendo recuperado como consecuencia de un movimiento para preservar la herencia afroamericana, a medida que crece el interés en recuperar los históricos sitios afroamericanos que han sido descuidados e incluso destruidos.

“Era una jungla”, contó Cook a la AFP. Él es quien hace el mantenimiento del cementerio asumiendo su costo. A medida que investigaba el pasado de las personas enterradas, descubrió que dos de sus ancestros fueron sepultados allí.

Antoinette Jackson, profesora de antropología de la Universidad de South Florida, dijo que cree que el interés en estos lugares puede explicarse por el asesinato de George Floyd.

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Margott Williams, presidenta de la organización sin fines de lucro Descendientes de Olivewood, lamentó que las lápidas hayan sido destruidas por las tormentas que afectaron al Cementerio de Houston: “Aqui había bebés. Ya no veo más a mis bebés aquí. Tampoco veo a mis antepasados”.

Para poder registrar la existencia de estos sitios, Jackson creó el sitio web Black Cemetery Network, que permite que personas compartan la ubicación de los cementerios de afroamericanos, varios de ellos descuidados y perdidos en el tiempo.

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Foto: Cortesía de Joy Semien / The Guardian

En el olvido

Estos camposantos son desconocidos por la población por varias razones.

Las tumbas más antiguas de personas negras albergan individuos que fueron esclavizados y que en general fueron enterrados en los lugares de personas blancas.

Otros cementerios de personas negras fueron apropiados por gobiernos locales que no respetaban los derechos de la comunidad sobre las tumbas, dijo Jackson. Ese fue el caso de Tampa, Florida, en donde el alcalde Jane Castor se disculpó a comienzos de año por la confiscación de dos cementerios de la comunidad negra para ser vendidos en la década de 1930 a inversores blancos.

Finalmente, varios cementerios fueron olvidados luego de que los afroamericanos fueran trasladados a áreas cercanas producto de la construcción de nuevas infraestructuras, como autopistas.

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Solo una familia afroamericana sigue viviendo en las cercanías del Cementerio de Olivewood, en una modesta casa que ahora está rodeada de edificios.

Un estudio pronto propondrá soluciones para protegerlo de la erosión por lluvias y del pantano, aunque aún sigue sin saberse cómo se financiarán las obras.

En tanto, un proyecto de ley para la preservación de cementerios afroamericanos fue introducido en febrero tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado de Estados Unidos.

Cementerio de Hamilton City, en Hamilton Georgia. Foto: Michael A. Schwarz, USA Today

Monumento en Sugar Land

En Sugar Land, una ciudad en el suroeste de Houston, está siendo construido un monumento para homenajear a 95 afroamericanos cuyas tumbas fueron halladas en 2018 durante una construcción en una escuela.

Tras una investigación se descubrió que los esqueletos son de prisioneros que fallecieron entre 1878 y 1911 y que habían sido presstados por las autoridades judiciales para trabajar en los campos de cañas de azúcar.

Dado el estado de los huesos de los presos, se cree que fueron sometidos a un trabajo agotador que impactó en su salud.

El “sistema de alquiler de presos”, como fue denominado, fue abolido en Texas en 1912 y a nivel federal en 1941.

Shifa Rahman, directora del proyecto “Sistema de alquiler y trabajo de convictos”, sostiene que el monumento debe educar “apropiada y justamente” sobre lo que los prisioneros “tuvieron que sugrir bajo ese sistema.”

La organización también demanda que se haga análisis de ADN para identificar los restos, ya que hasta el momento todos los cadáveres están enterrados bajo lápidas iguales con el rótulo “descocido” seguido por un número.

(I)