La suspensión de restricciones por el covid-19 en China ocasionó un incremento en los contagios y muertes por la enfermedad en diciembre, algo que las autoridades sanitarias se negaban a reconocer abiertamente.

Sin embargo, el viceprimer ministro chino, Liu He, admitió este martes los problemas que causó la vuelta a la normalidad poscovid.

“El tiempo necesario para alcanzar el pico epidémico y volver a la normalidad fue relativamente rápido. En cierto modo, desbordó nuestras previsiones”, reconoció el dirigente en el Foro de Davos.

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Hace tres días, China anunció la muerte de 60.000 personas a causa del virus en poco más de un mes, desde que se levantaron las estrictas limitaciones anticovid.

Previamente, el número de muertes era inexplicablemente bajo, pues las cifras solo registraban a los que morían por insuficiencia respiratoria relacionada con el virus, lo que significa que un gran número de muertes de personas contagiadas quedaron fuera de la clasificación.

“La transición en su conjunto fue estable y sin sobresaltos”, dijo He, respondiendo a las críticas sobre la falta de transparencia de Pekín y los videos en donde pueden verse hospitales chinos saturados por la afluencia repentina de pacientes.

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“Recientemente, la producción y la vida volvieron de manera global a la normalidad. La industria alimentaria, el turismo y los demás sectores de consumo empezaron a recuperar su curso normal”, afirmó He, quien también mencionó que “la dificultad principal en este momento tiene que ver con las personas mayores”, si bien “está totalmente garantizada la disponibilidad de hospitales, camas, médicos, enfermeras y tratamientos”.

La nueva política sanitaria de China para los viajeros no requiere ya una cuarentena obligatoria, sino un test negativo realizado como máximo 48 horas antes.

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“Invitamos calurosamente a nuestros amigos internacionales a venir a China”, expresó el dirigente chino. (I)