Estados Unidos, la Unión Europea (UE), la OTAN y otros cinco países acusaron este lunes a China de estar detrás del ciberataque global del pasado marzo contra Microsoft, pero evitaron imponer inmediatamente sanciones al gigante asiático por ello.

La acusación promete aumentar las tensiones entre Pekín y Washington, que hasta ahora había centrado en Rusia la mayoría de sus quejas sobre los crecientes hackeos de empresas e instituciones gubernamentales estadounidenses.

“Igual que el Gobierno ruso, el Gobierno chino no está haciendo esto directamente, pero está protegiendo a aquellos que lo hacen, y quizá incluso ayudando a quienes lo hacen”, dijo el presidente estadounidense, Joe Biden, en declaraciones a periodistas en la Casa Blanca.

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La Casa Blanca aseguró en un comunicado que el Ministerio de Seguridad Pública de China, el principal órgano policial y de inteligencia del país, “contrata” a “piratas informáticos criminales” para llevar a cabo “operaciones cibernéticas no permitidas a nivel global”.

Entre ellas, destaca el ciberataque del pasado marzo contra Microsoft, que afectó a hasta 250.000 sistemas informáticos en todo el mundo, entre ellos la Autoridad Bancaria Europea, el Parlamento noruego Parlamento y la Comisión del Mercado Financiero de Chile.

Microsoft ya acusó hace tiempo a piratas informáticos apoyados por Pekín de haber accedido ilegalmente a cuentas de correo electrónico de su servicio para empresas Exchange Server, y no tuvo una reacción inmediata este lunes al anuncio de la Casa Blanca.

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“Antes de que Microsoft publicara sus actualizaciones de seguridad, los operativos afiliados al ministerio (chino) explotaron esas vulnerabilidades para comprometer a decenas de miles de computadores y redes en todo el mundo, en una operación masiva que resultó en costos significativos” para sus “víctimas”, indicó la Casa Blanca.

Después de investigar el tema, las agencias de inteligencia de EE.UU. llegaron a esa conclusión sobre el ciberataque global a Microsoft con "un alto nivel de confianza", el mayor utilizado por los espías estadounidenses.

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El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, acusó a China de mantener un patrón de comportamiento “irresponsable, perturbador y desestabilizante en el ciberespacio”, que supone una “gran amenaza” a la seguridad y la economía de EE.UU.

El titular de Exteriores de Estados Unidos, Anthony Blinken. EFE/EPA/MENAHEM KAHANA / POOL/Archivo Foto: EFE

"El Ministerio de Seguridad Pública de China ha promovido un ecosistema de piratas criminales bajo contrato, que llevan a cabo tanto actividades respaldadas por el Estado como ciberdelitos para su propio beneficio financiero", aseguró Blinken en un comunicado.

Otan y otros cinco países

A la acusación de Estados Unidos se sumaron la UE, la OTAN, el Reino Unido, Australia, Canadá, Nueva Zelanda y Japón, una coordinación con la que Washington quiso marcar músculo ante Pekín y tratar de disuadirles de continuar con ese tipo de operaciones.

El Consejo del Atlántico Norte, máximo órgano de decisión de la OTAN, hizo en una declaración un llamamiento a China y otros países a "actuar con responsabilidad en el ciberespacio", y prometió trabajar para contrarrestarlas "activamente".

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“Hacemos un llamamiento a todos los Estados, incluida China, para que respeten sus compromisos y obligaciones internacionales y actúen con responsabilidad en el sistema internacional, incluido el ciberespacio”, dijeron los integrantes del Consejo del Atlántico Norte un una declaración conjunta. (I)