Para los padres y amigos de Mar, una joven de 18 años, no hay consuelo. Denuncian que la chica murió luego de que recibiera un diagnóstico médico erróneo. Mar vivía en Cádiz, España, donde soñaba con ser trabajadora en un hospital. Deseaba ser enfermera.

“Era una niña sana, deportista y llena de vida”, contó Estefanía, madre de Mar, a Nius.

La muerte de la joven ocurrió hace seis meses, tiempo en el que la familia ha pasado analizando lo ocurrido y apuntando a una presunta negligencia médica.

Publicidad

En la actualidad denuncian “al Servicio Andaluz de Salud por la deficiente atención médica”. Tras recibir el mal diagnóstico se agravó y murió en 48 horas.

“No soy un milagro, soy un error médico”: Hombre vive 35 años con un diagnóstico equivocado de cáncer terminal y escribe un libro para contar las terribles secuelas de las radiaciones y quimioterapias

No era otitis

La madrugada del pasado 18 de septiembre, Mar se desmayó cuando entró al baño de su casa. Su madre señala que despertaron al escuchar el golpe de la joven al caer al piso.

Con la urgencia del caso fue trasladada “al centro de salud La Longuera, en Chiclana, y allí la derivaron al Hospital Clínico de Puerto Real”.

Publicidad

“Desde el principio, se hicieron mal las cosas”, recuerda la madre.

A su hija la diagnosticaron con otitis. Murió a causa de un derrame cerebral y nadie fue capaz de detectarlo, lamenta Estefanía

“Le miraron el oído y le pusieron un analgésico en suero. Le dieron el alta con una otitis”, señala, según 20 Minutos.

Publicidad

Relata Estefanía que “el primer médico que la vio en Chiclana no especificó, pero dijo que la exploración neurológica no estaba bien y la derivó directamente a Puerto Real, al hospital”.

En esa nueva casa de salud “le miraron el oído, pusieron un tratamiento para quitarle el dolor de cabeza y los vértigos y la mandaron para casa con un tratamiento”.

La madre describe que en ese momento su “niña” se hizo ‘pipí’ y “no podía caminar”.

Me preguntaron “si la niña no hablaba o es que era así y les dije que no podía hablar porque estaba mal”. Y apunta que el otorrino vio los oídos “perfectos”.

Publicidad

Dice que Mar presentaba “convulsiones, bajo nivel de conciencia, rigidez en miembros inferiores, sudoración profusa”, e incapacidad de mantenerse en pie ni controlar esfínteres.

A medida que pasaba el tiempo, “iba a peor, ni siquiera era capaz de manifestar qué le pasaba”.

Dijeron que era “tiritera” , pero sufría un derrame cerebral

Según Estefanía, la chica convulsionaba tanto que remecía la camilla.

“Pero el médico les decía que era tiritera (tiritona) por los escalofríos, señala.

Al recordar esos momentos sostiene”fue inhumano”.

Lo que veían en Mar no era normal y por eso la familia empezó a presionar a médicos y enfermeras. La madre contó a la prensa española que llamó a un trabajador sanitario, “familiar mío”.

Este se acercó al hospital a ver a Mar y dice que notó en él gran preocupación.

No entiendo cómo a esta niña no se le ha hecho un TAC craneal, dijo.

“Finalmente accedieron a realizarle un T.A.C. craneal”, que reveló “trombosis con derrame cerebral (ictus) en estado muy grave”, apunta Nius.

Con ese diagnóstico fue cuando procedieron a remitirla al Hospital Puerta del Mar. Se perdió tiempo, Mar se agravaba y murió el 20 de septiembre de 2022.

Con dolor la madre dice que no sabe si se hubiese salvado si otras hubiesen sido las condiciones y piensa: “Ni siquiera le dieran la oportunidad” (…)

Con la demanda que la familia hace al Servicio Andaluz de Salud busca que otros pasen por lo mismo que sufrieron junto a Mar. “Tardó 48 horas en morir”, lamenta Estefanía. (I)

Te recomendamos estas noticias