En la ciudad colombiana de Santa Marta empezó este miércoles el VIII Encuentro del Grupo de Puebla, con la asistencia líderes de la izquierda latinoamericana como los expresidentes Dilma Rousseff (Brasil), Evo Morales (Bolivia), Ernesto Samper (Colombia) y Leonel Fernández (República Dominicana).

Bajo el lema ‘La región unida por el cambio’, esta reunión _que se extenderá hasta el viernes 11 de noviembre_, también contará de forma virtual con los presidentes en ejercicio, Luis Arce (Bolivia), Alberto Fernández (Argentina) y Xiomara Castro (Honduras).

Diario El Tiempo de Colombia indicó que el expresidente ecuatoriano Rafael Correa, prófugo de la justicia ecuatoriana, decidió no asistir, a pesar de estar invitado.

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Gabriel Boric, presidente de Chile, tampoco pudo acudir a la cita, aunque a través de un mensaje pregrabado indicó: “O nos salvamos juntos o nos hundimos por separado”.

Guillaume Long, quien fue ministro durante el correato, sí está en la reunión.

El objetivo de este encuentro del Grupo de Puebla es trabajar en una nueva agenda para América Latina que incluye temas como las crisis económicas y políticas internacionales, el cambio climático y el papel del feminismo.

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En la reunión, Rousseff lanzó fuertes críticas al neoliberalismo y además criticó al mandatario Jair Bolsonaro, a quien acusó de querer “dañar la elección de Lula”. Según la expresidenta, el resultado derivó en una diferencia menor de la esperada en el balotaje en el que triunfó Luiz Inácio Lula da Silva.

”El surgimiento de la ultraderecha en el mundo es producto del neoliberalismo. Ahora debemos reducir la desigualdad, aumentar la defensa del medioambiente, sostener nuestra soberanía e integrarnos a América Latina”, opinó la exmandataria.

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Morales por su lado añoró los tiempos en los que gobernaron Néstor Kirchner, en Argentina; Fidel Castro, en Cuba; y Hugo Chávez, en Venezuela. Además, consideró que “con el triunfo de Lula, ya no hay Grupo de Lima”.

“Las doctrinas del imperio se caen a pedazos y ahora es el mejor momento para relanzar Unasur (Unión de Naciones Suramericanas) e institucionalizar el Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños). Antes daba miedo ser expulsado de la OEA (Organización de Estados Americanos), ahora es motivo de orgullo retirarse”, consideró Morales.

“Con el triunfo de Lula en Brasil se consolida esta nueva ola progresista”, reivindicó en ese mismo sentido el expresidente dominicano Fernández, quien estimó que “a Lula lo mataron, pero no lo enterraron”.

“Nos enfrentaremos a descontento social y cambios de Gobierno que son fenómenos globales frente a los que no hay soluciones nacionales, por lo que es necesario plantear soluciones regionales ante la crisis que trae el fenómeno global”, indicó el dominicano.

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Samper cree que en Latinoamérica ocurre lo que denominó “judicialización de la política”, que está llevando a la “politización de la justicia”. Sobre esto se refirió a casos como el de Lula en Brasil o de Correa en Ecuador, en donde, según dijo, esa “guerra jurídica” está haciendo parte de los procesos políticos.

José Luis Rodríguez Zapatero, expresidente del Gobierno español, también presente en la reunión, calificó de “cambio imparable” lo que se está dando en la región con la llegada de la izquierda al poder en diferentes países.

La paz es la gran tarea y desde el progresismo vinimos a hacer paz”, manifestó el expresidente del Gobierno español, quien destacó que “solo Latinoamérica puede decir: no aceptamos una nueva Guerra Fría”, al señalar que esta es la única región del mundo en la que sus países no tienen guerras entre sí. (I)