La estatua con un falo de más de un metro instalada recientemente a la entrada del pueblo peruano de Moche, que replica uno de los huacos (vasijas) eróticos de cerámica de los mochica, antepasados de la población, sufrió su segundo ataque en menos de un mes y amaneció este lunes destruida por vándalos que la incendiaron.

El ataque se produjo alrededor de las 03:00 horas de este lunes (08:00 GMT) por parte de seis personas que lanzaron bombas molotov y echaron gasolina a la estatua, que quedó completamente destruida, según relató a medios locales el alcalde de Moche, Arturo Fernández.

Al parecer, los vándalos llegaron al lugar a bordo de dos vehículos y amenazaron con armas blancas y de fuego a los agentes de seguridad que resguardaban el monumento, que había sido elaborado de fibra de vidrio.

Publicidad

Al lado del llamado "huaco de la fertilidad", el grupo de atacantes dejó una banderola en la que acusó a la autoridad edil de usar la cultura con fines políticos, a lo que Fernández respondió que "es totalmente falso".

Segundo ataque

Se trata del segundo ataque que sufrió este monumento en menos de un mes desde su instalación, el pasado 31 de diciembre, que fue viral y generó una gran polémica en redes sociales por parte de sectores conservadores que lo consideraban inapropiado.

El pasado 4 de enero, tres personas encapuchadas retuvieron con un arma blanca al vigilante de la escultura y agujerearon parte del glande del descomunal miembro.

Publicidad

La estatua es una réplica a gran escala de las numerosas vasijas de cerámica de la preincaica civilización mochica, desarrollada en la costa norte de Perú entre los siglos II y VII, que retratan variadas escenas eróticas y sexuales.

El gigantesco huaco está ubicado en plena Carretera Panamericana y da la bienvenida a Moche, que se encuentra en la ruta que toman numerosos turistas que se dirigen a visitar la huaca (templo) del Sol y de la Luna, uno de los grandes complejos arqueológicos de los mochica.

Publicidad

Entre los críticos hacia esta réplica, hay quienes consideran que es un escaparate del alcalde para promocionarse en sus aspiraciones a ser elegido este año 2022 como alcalde de Trujillo, capital de la región de La Libertad.

Fernández, que es ginecólogo de profesión, se hizo popular a nivel nacional durante la cuarentena por la covid-19 al oponerse a las restricciones de movilidad social del Gobierno e incluso enviar una carta de rebeldía al entonces presidente, Martín Vizcarra, escrita y firmada con su propia sangre.

Además, el burgomaestre promovió durante la primera ola de la pandemia de covid-19 la ingesta de dióxido de cloro, un compuesto químico similar a la lejía que se usa como desinfectante de superficies industriales y que no es apto para el consumo humano. (I)