Desde el viernes hasta el lunes se realiza en Cuba el VIII Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC), que marca el fin de Raúl Castro como primer secretario (máxima autoridad del país) del partido.

Raúl y Fidel Castro Ruz (fallecido en 2016) han gobernado Cuba desde 1959 e impusieron y mantuvieron un sistema en el que el PPC es quien controla la isla.

Por ello, ambos han sido objetivos de varios intentos para sacarlos del poder, todos sin éxito.

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El primer intento de la CIA de asesinar a Raúl Castro se remonta a 1960, cuando un agente ofreció al piloto que lo llevaba a Praga 10.000 dólares para “orquestar un accidente”, según documentos publicados el viernes por el National Security Archive, con sede en Washington, y recogidos por AFP.

El plan consistió en ofrecer al piloto cubano José Raúl Martínez un pago para que “incurriera en riesgos para orquestar un accidente” en el vuelo de regreso de Praga.

Martínez fue informado de la misión por su contacto con la CIA en Cuba William J. Murray en un trayecto en coche al aeropuerto.

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En la conversación discutieron las “limitadas posibilidades de que el incidente pasara por un accidente” y las dudas sobre la capacidad técnica del agente de incurrir en un accidente “sin poner en riesgo las vidas de todas las personas a bordo”.

El piloto, que ya trabajaba para la CIA, “buscó asegurarse que en el caso de su propia muerte sus dos hijos recibieran educación universitaria”, a lo cual Murray accedió, según un cable citado por el National Security Archive.

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Otro documento publicado indica que después de iniciado el viaje, la oficina de Washington en La Habana recibió órdenes de abandonar la misión, pero que no tuvieron forma de contactar con el piloto.

A su regreso Martínez, le informó a Murray “que no tuvo oportunidad de arreglar un accidente como habían discutido”.

Estos documentos se publican en coincidencia con la despedida de Raúl Castro de la vida política en Cuba, al menos oficialmente.

La “trama del accidente” fue descrita en un informe de un comité del Senado que en 1976 abordó supuestas conspiraciones para asesinar a líderes extranjeros, tras una investigación sobre las operaciones encubiertas de la CIA, impulsado por el senador Frank Church.

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Pero el National Security Archive destacó que entonces se omitieron detalles claves como que el asesino era un piloto o que el “accidente” involucraba a la aviación civil.

Esta trama precede a varios planes de asesinar al hermano de Raúl, el longevo líder Fidel Castro y a la fallida invasión anticastrista de Bahía de Cochinos -financiada por la CIA- del 16 de abril de 1961.

Para el historiador del National Security Archive Peter Kornbluh, “estos documentos son un recordatorio de un pasado oscuro y siniestro de las operaciones de Estados Unidos contra la Revolución Cubana”.

“En un momento en que la era de los Castro llega oficialmente a un final, los responsables de Estados Unidos tienen la oportunidad de dejar atrás esta carga histórica y comprometerse con un futuro de una Cuba post-Castro”, indicó a AFP. (I)