El papa Francisco expresó su “dolor” por las 330.000 víctimas de abusos sexuales que aparecen en el informe publicado hoy por la Iglesia francesa y ocurridos desde 1950. También dijo que su pensamiento está “ante todo con las víctimas, con gran dolor, por sus heridas y agradecimiento, por su valentía en la denuncia”.

Unos 216.000 menores sufrieron abusos sexuales por parte de curas y otros clérigos en Francia desde 1950 y hasta 2020, según un informe revelado este martes de la Comisión Independiente sobre los Abusos Sexuales en la Iglesia (Ciase por sus siglas en francés) creada por la Conferencia Episcopal francesa para analizar dicha situación.

Si se suman los abusos provocados por laicos que han trabajado en instituciones religiosas, catequesis o centros educativos católicos, el número se eleva a los 330.000, agregó el presidente de esa comisión, Jean-Marc Sauvé.

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Los abusos tuvieron un “carácter sistémico” y la Iglesia católica francesa matuvo una “cruel indiferencia” con las víctimas, según la comisión investigadora.

El histórico informe, publicado tras dos años y medio de investigaciones, se produce después de la indignación generalizada por una serie de denuncias de pederastia y juicios contra funcionarios de la Iglesia en todo el mundo.

Sus conclusiones muestran que la iglesia es el tercer lugar donde más abusos sexuales sobre menores se producen en Francia, por detrás de la familia o los círculos de amigos.

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Episcopado pide perdón

Al margen, el presidente de la Conferencia Episcopal de Francia, monseñor Éric de Moulins-Beaufort, pidió “perdón” a los menores víctimas de agresiones sexuales en la Iglesia católica francesa, tras la publicación del informe de la Ciase.

“Mi deseo en el día de hoy es de pedirles perdón”, aseguró De Moulins-Beaufort, durante la presentación del informe tras expresar su “vergüenza” y su “determinación a actuar” con las víctimas.

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El papa Francisco fue informado de esta publicación por los obispos franceses, a quienes conoció en los últimos días durante las denominadas visitas ad limina (las que se hacen cada cinco años), informó el Vaticano. (I)