La justicia francesa juzga desde este lunes a diez personas, entre ellas cuatro estibadores del oeste de Francia, por la importación de cocaína de América Latina en contenedores entre 2017 y 2020.

La investigación comenzó en mayo de 2017 tras la incautación en el puerto brasileño de Santos de 690 kilos de cocaína en un contenedor frigorífico destinado a Montoir-de-Bretagne, puerto próximo a Nantes.

Según los investigadores, la mercancía se importaba mediante la técnica del “rip-off”, consistente en introducir la cocaína en bolsas de deporte u otros envases cargados en un contenedor regular.

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Las importaciones se hacían a escondidas de empresas con buena reputación o con la complicidad de compañías creadas a tal efecto, según la fiscalía de Rennes (oeste), donde tiene lugar el juicio.

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Los estibadores recuperaban la cocaína a su llegada al puerto, la sustituían por otro objeto en el contenedor que había sido abierto, escapando así a las aduanas, y la entregaban a los intermediarios.

Un total de 336 kilos se incautaron en Montoir-de-Bretagne entre junio de 2017 y abril de 2020, cuyo valor de venta supera los 16 millones de euros (18,5 millones de dólares), según el ministerio público.

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La cocaína procedente de América Latina pasaba por Guadalupe y Martinica, territorios franceses en el Caribe, rumbo a su destino: la región de París.

Dos estibadores fueron detenidos en delito flagrante en octubre de 2019, cuando entregaban 140 kilos de cocaína, con un alto nivel de pureza, a intermediarios.

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El tribunal de Rennes juzgará finalmente a diez personas, después de decidir procesar en otro momento a tres acusados por cuestiones de procedimiento.

Los acusados, entre estibadores, intermediarios, traficantes y remitentes de la cocaína desde las Antillas, tienen entre 32 y 56 años. Uno de ellos, de 41 años, se encuentra prófugo.

Los procesados se enfrentan a un pena de 10 años de prisión, que puede ser superior en caso de reincidencia, y a importantes multas. El proceso está previsto durante toda la semana. (I)