Tras una breve tregua, las temperaturas volvieron a subir en España desde el domingo, cuando varios puntos superaron los 40 grados, dejando el país en el principio de lo que podría ser la tercera ola de calor de este verano.

“Es posible que desde el domingo 31 de julio hasta al menos el miércoles 3 o jueves 4 de agosto se superen los umbrales de intensidad, persistencia y extensión necesarios para poder catalogar a este episodio de altas temperaturas como ola de calor, que sería la tercera de este verano de 2022″, explicó este lunes el portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), Rubén del Campo.

Este nuevo episodio de fuerte calor no será, sin embargo, tan potente como la extensa ola de julio que, según datos provisionales, fue una de las más intensas de las que hay registros.

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Después de la máxima de 42,5 grados alcanzada este domingo en Montoro, en Andalucía (sur), para este lunes se proyectaban, de nuevo, termómetros por encima de los 40 grados en varias zonas del oeste y el sur del país.

También se esperan noches tropicales, en las que no se baje de los 20 grados, en varias zonas del este y el sur del país durante varios días, potenciadas por la elevada temperatura del agua del Mediterráneo, que está entre 3 y 4 grados por encima de lo normal, de acuerdo con AEMET.

Con menor intensidad prevista que la ola anterior, hacia el jueves podría comenzar a notarse un ligero alivio, aunque las previsiones no son concluyentes.

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Las altas temperaturas registradas entre, al menos, el 9 y el 18 julio dejaron más de 500 muertes ligadas al calor, según indicó entonces el presidente del gobierno, Pedro Sánchez.

Los termómetros desbocados avivaron también los incendios, que devoraron miles de hectáreas sobre todo en el centro-oeste del país.

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Casi 230.000 hectáreas han ardido en España desde el inicio del año, según el Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales (EFFIS, en inglés), el peor registro del continente en extensión, por delante de Rumanía y Portugal.

Los datos provisionales de junio - con una temprana ola de calor - y julio hacen prever que este verano pueda terminar entre los más cálidos de los que hay registros en España, dependiendo del comportamiento de agosto, según apuntan desde AEMET.

El aumento de las olas de calor es, según los científicos, una consecuencia directa de la crisis climática, ya que las emisiones de gases de efecto invernadero incrementan su intensidad, duración y frecuencia. (I)