La justicia ordenó este viernes a la localidad de La Flotte-en-Ré, en el oeste de Francia, a retirar del espacio público una estatua de la Virgen María, al considerar que viola la separación entre Iglesia y Estado.

Aunque “la localidad no tenía la intención de expresar una preferencia religiosa al instalarla en 2020″, “la estatua presenta en ella misma un carácter religioso”, según la corte administrativa de apelación de Burdeos.

Su historia remonta a la Segunda Guerra Mundial. Una familia decidió construirla como muestra de agradecimiento porque su padre y su hijo regresaron vivos del conflicto que arrasó Europa.

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En un primer momento, la imagen, donde está inscrita la frase “promesa de guerra”, se expuso en un jardín privado, antes de una donación en 1983 a esta localidad de la isla de Ré, que la instaló en un cruce de calles.

Pero, en 2020, un automovilista chocó contra la estatua de color blanco y la alcaldía decidió entonces reconstruirla de forma idéntica y situarla en el mismo emplazamiento, sobre un pedestal.

La asociación de defensa del laicismo “Libre Pensée 17″ llevó esta decisión ante la justicia y reclamó su retirada, en virtud de la ley de 1905 que prohíbe la instalación de símbolos religiosos en el espacio público.

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El alcalde de La Flotte-en-Ré, Jean-Paul Héraudeau, denunció entonces una “polémica ridícula” y aseguró a la AFP que la estatua formaba parte del “patrimonio histórico” local y dijo que era más bien un “memorial”.

La corte de Burdeos confirmó sin embargo una decisión en primera instancia de marzo de 2022 y ordenó a la comuna de 2.800 habitantes su retirada “en un plazo de seis meses”, según un comunicado.

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Francia se define como un Estado laico. Desde 2004, se prohíbe también llevar signos religiosos visibles en las escuelas y los funcionarios están sometidos al principio de “neutralidad”. (I)