La Policía Federal de Etiopía acusó hoy a 111 medios digitales de difundir información falsa y discursos de odio con el fin de crear divisiones en el país, y aseguró que son “ilegales”.

En un comunicado emitido en su cuenta de la red social Facebook, el cuerpo de seguridad señaló también que ha identificado a “diez personas que están bajo investigación sospechosas de difundir contenidos que perturban la paz y la seguridad del país”.

Sin embargo, la Policía no mencionó los medios en cuestión ni los nombres de los diez sospechosos.

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“Estas personas han estado formulando varias agendas provocativas y difundiendo discursos de odio para socavar la paz y la seguridad de nuestro país y crear sospechas entre grupos étnicos y religiosos”, alegó el comunicado.

La Policía, además, dijo haber “confirmado que las personas no tenían estatus legal” y advirtió de que todo aquel “que haga accesible la información al público a través de cualquier medio debe acatar la ley y el orden del país”.

La Comisión de Derechos Humanos de Etiopía (EHCR, en sus siglas en inglés), organismo que opera de manera autónoma pero a cuyo jefe designa el Parlamento etíope, denunció el pasado mes que varios periodistas y activistas fueron arrestados en una operación coordinada del Gobierno federal y fuerzas de seguridad regionales.

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La prensa internacional también ha estado recientemente en el punto de mira de las autoridades etíopes, como ocurrió el pasado mayo, cuando expulsaron al corresponsal del semanario británico “The Economist”, Tom Gardner, tras revocarle su acreditación.

“Cuando se expulsa a periodistas internacionales mientras los miembros de la prensa local enfrentan la amenaza de arresto, el mensaje es claro: las autoridades etíopes no tolerarán el periodismo crítico ni las opiniones discrepantes”, afirmó entonces el representante del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, siglas en inglés) en África subsahariana, Muthoki Mumo.

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La expulsión de Gardner se produjo casi un año después de que las autoridades etíopes echaran de forma similar al reportero del diario estadounidense “The New York Times” Simon Marks.

Según el CPJ, estas expulsiones se producen “en el contexto de un clima de deterioro de la libertad de prensa en el que las autoridades han arrestado arbitrariamente a numerosos miembros de la prensa en medio de la guerra civil en curso” entre el Gobierno etíope y los rebeldes de la norteña región de Tigré. (I)