Los ministros de Medio Ambiente y de Energía del G20 acordaron este viernes acelerar la transición ecológica, pero discreparon en asuntos como la descarbonización, eliminar los subsidios a los combustibles fósiles o limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados en este siglo.

Los ministros celebraron este viernes en Nápoles la reunión dedicada a clima y energía, una jornada ardua, que obligó al ministro italiano de Transición Ecológica, Roberto Cingolani, a retrasar su comparecencia de conclusión por las tensiones entre los países.

El ministro explicó en rueda de prensa que fue "una reunión muy compleja" en la que se llegó a un acuerdo político sobre 58 puntos, de los 60 previstos, pero dos tuvieron que ser retirados de la declaración final, por la negativa de Arabia Saudí, China, India y Rusia a asumir compromisos vinculantes para manteniendo el aumento de la temperatura mundial en este siglo a 1,5 grados.

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"De 60 artículos, dos se sacaron porque no se pudo llegar a un acuerdo", dijo, al tiempo que especificó que se derivaron a la cumbre de los líderes del G20 de octubre en Roma.

Destacó que hubo discrepancias en asuntos como acelerar la descarbonización, eliminar los subsidios a los combustibles fósiles y sobre los grados a los que limitar el calentamiento global.

"Ha habido una negociación larga con China, India, Rusia... hemos tenido que suspender las reuniones en varias ocasiones y hablar con cada uno de ellos", subrayó, a la vez que destacó la intermediación crucial del enviado especial de Estados Unidos para el Clima, John Kerry.

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"Ninguno ha puesto en duda el Acuerdo de París", apuntó y señaló que las diferencias han estado en los grados porque "algunos países no creen que puedan" comprometerse a reducir las emisiones para mantener la temperatura en los 1,5 grados al tener unos modelos económicos "fuertemente basados en el carbón".

Tampoco se llegó a entendimiento sobre otro punto que quería la presidencia italiana de turno del G20: que estas economías se sumaran al objetivo ambicioso que persigue la Unión Europea (UE) de lograr una disminución del 55 % para 2030 con respecto a los niveles de 1990.

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Sí se encontraron puntos en común en otras áreas como fomentar las finanzas “verdes”, apostar por una economía más inclusiva y sostenible, o apostar cada vez más por las energías renovables. (I)