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Gabriel Boric, la estrella de la izquierda que quiere más Estado y que puede convertirse en el presidente más joven en Chile

Él y su oponente siguen provocando dudas y temores en varios sectores.

Gabriel Boric durante el cierre de su campaña en Santiago. Foto: EFE

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A sus 35 años, edad mínima para postularse, Gabriel Boric Font podría convertirse este domingo en el presidente más joven de Chile en una disputada segunda vuelta electoral frente a José Antonio Kast.

El candidato izquierdista aboga por un Estado más fuerte y derechos sociales garantizados tras décadas de liberalismo ortodoxo. Para ello, Boric propone una reforma tributaria que incluye aumentar la presión fiscal sobre los más ricos y acabar con el sistema privado de pensiones. También quiere establecer las 40 horas de trabajo semanal (actualmente son 45 en el país), impulsar un “desarrollo verde”, crear 500.000 empleos para mujeres y un sistema nacional de cuidados.

Iniciado en su juventud en movimientos de izquierda, Boric se convirtió en un líder universitario llegando a ser presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile. La revista dominical de diario El Mercurio lo puso como uno de los 100 líderes jóvenes en 2012.

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“Representamos el proceso de cambio y transformación que viene, (pero) con certezas, con la gradualidad que sea necesaria”, prometió desde su natal ciudad de Punta Arenas (sur), a orillas del estrecho de Magallanes, donde este político soñó desde pequeño con un modelo de bienestar para su país.

El candidato a la Presidencia de Chile Gabriel Boric habla durante el cierre de su campaña con miras a la segunda vuelta del próximo domingo, en Santiago (Chile). Foto: EFE

Desde sus primeros años en política ha sido de los que apoyan la redacción de una nueva Constitución.

En 2014 entró al Congreso de Chile como diputado y desde entonces se ha mantenido en el cargo.

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Durante las protestas sociales de 2019 que pusieron contra las cuerdas al gobierno de Sebastián Piñera se convirtió en uno de los legisladores que apoyaron la causa de los manifestantes, pero también fue uno de los que ayudaron a encauzar ese levantamiento en un diálogo en el Congreso.

Ha sido muy crítico con las posturas de los presidentes que llegaron al Palacio de la Moneda con la línea de la Concertación (alianza que iba desde el centro a la centroizquierda y que en los últimos años se ha desdibujado y perdido espacio), especialmente con Ricardo Lagos y Michelle Bachelet, quienes no apoyaban su deseo de ser presidente, pero que ante las opciones que dejó la primera vuelta no han dudado en adherirse -tomando y pidiendo precauciones- a Boric.

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El candidato, nacido en Punta Arenas (extremo sur de Chile) e hijo mayor -de tres- de una familia de ascendencia croata y española (de Cataluña exactamente), participa como representante de la coalición Apruebo Dignidad, que aglutina partidos de izquierda, incluyendo el Partido Comunista.

En su campaña para las elecciones primarias de la izquierda, en la que le ganó sorpresivamente al candidato del Partido Comunista, Daniel Jadue, se subió a un enorme ciprés, tal como lo hacía cuando era niño. Esa imagen se transformó en símbolo de su campaña en todo Chile, recuerda AFP.

“Él se aislaba ahí, podía ser con un libro para pensar o meditar”, afirma su padre.

Desde muy pequeño Gabriel tuvo una gran afición por los libros y también una conexión muy fuerte con Punta Arenas, ciudad que a principios del siglo XX recibió a sus antepasados croatas durante una ola de migrantes europeos que cruzaron por el estrecho de Magallanes.

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El candidato por el Partido Republicano, José Antonio Kast (d), y el candidato por el Frente Amplio, Gabriel Boric (i), posan antes del debate presidencial organizado por la Asociación Nacional de Televisión de Chile, en Santiago (Chile). EFE/ Elvis Gonzalez/ POOL Foto: EFE

En su época de estudiante en el British School, uno de los más tradicionales de Punta Arenas, sus padres cuentan que salía a caminar por las calles maravillado por las decenas de monumentos y casas patrimoniales de esta ciudad, que además soporta un inclemente clima austral con fuertes ventarrones que superan los 100 km/h.

Al cerrar su campaña, Boric dijo que Kast “solo va a traer inestabilidad, más odio y violencia” a Chile.

“Somos los herederos de los que han luchado por hacer de Chile un país más justo y digno”, afirmó en la misma ocasión.

“Nuestro camino es la paz. Para reencontramos con Chile necesitamos de justicia social y no de violencia. No hay fórmula más clara para la inestabilidad que dejar todo como está, que es lo que en definitiva propone José Antonio Kast”, dijo Boric, calificando a su oponente de heredero del pinochetismo.

“Vamos a hacer los cambios que Chile necesita pese a quienes se oponen, porque Chile lo viene reclamando desde hace muchos años”, cerró el candidato.

Modelos antagónicos

El que fue durante décadas el país más estable de Latinoamérica deberá elegir entre estos dos candidatos que traen bajo el brazo propuestas más drásticas que las de los grandes bloques de centro-derecha y centro-izquierda que se repartieron el poder desde el retorno a la democracia en 1990.

Boric apunta hacia un Estado de bienestar que afirma será parecido al europeo, con acento feminista y ecologista.

Es el candidato de los “cambios profundos” en materia de pensiones, educación y salud, y representa a la parte de la sociedad chilena que participó en las masivas protestas por la igualdad de 2019, señaló a Efe María Cristina Escudero, politóloga de la Universidad de Chile.

En tanto, Kast, católico ferviente y líder del ultraderechista Partido Republicano, es partidario de defender el modelo actual con leves cambios, basado en un modelo de economía pro empresas instalado durante la dictadura militar (1973-1990).

Contrario al matrimonio igualitario, al aborto y defensor de cavar una zanja en la frontera para evitar el paso de migrantes irregulares, Kast se ha declarado fan de Jair Bolsonaro y Donald Trump.

Forma parte de un clan familiar relacionado con la dictadura de Pinochet y sus promesas de “orden y seguridad” lo llevaron a ser el candidato más votado durante la primera vuelta en noviembre, con un 27,9 % de apoyo. (I)

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