Ante el gran avance de los talibanes, especialmente en el norte del país, el Gobierno afgano ofreció a una delegación talibán en Doha un acuerdo de reparto de poder a cambio del cese inmediato de los ataques a las principales ciudades de Afganistán, una propuesta que forma parte de las negociaciones de paz.

“El Gobierno afgano ofrece la participación en el poder a los talibanes y exige el cese inmediato de los ataques a las ciudades en el nuevo plan de paz”, dijeron este jueves fuentes oficiales no identificadas al canal de noticias afgano 1TV.

El presidente del Alto Consejo para la Reconciliación Nacional de Afganistán, Abdullah Abdullah, que desde ayer está en Doha para asistir a dos reuniones internacionales sobre el futuro de Afganistán, ha “presentado (el) plan para poner fin a la crisis a (los mediadores de) Catar”, según el canal de noticias.

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Esto, mientras los talibanes tomaron este jueves el control de Ghazni, ciudad estratégica situada 150 km al suroeste de Kabul, y se aproximan peligrosamente a la capital de Afganistán tras haberse apoderado en cuestión de días de la mitad norte del país.

El Gobierno confirmó que Ghazni había caído en manos de los talibanes, pero que seguía habiendo combates en la localidad.

“El enemigo se apoderó de Ghazni (...). Hay combates y resistencia (de parte de las fuerzas de seguridad)”, dijo Mirwais Stanikzai, portavoz del Ministerio de Interior.

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Stanikzai informó después la detención del gobernador de la provincia por las fuerzas afganas. Al parecer, el responsable habría intentado huir de la localidad con el visto bueno de los talibanes, informaciones que no han podido ser verificadas.

Ghazni es la capital provincial más cercana a Kabul de todas las que los insurgentes controlan desde que lanzaron su ofensiva en mayo, aprovechando que las tropas extranjeras empezaban a retirarse.

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El presidente afgano, Ashraf Ghani, rechazaba hasta ahora la idea de un Gobierno que incluya a los talibanes. Y en este momento, los insurgentes, que antes contemplaban con agrado la idea, podrían rechazarla ya que su ofensiva ha avanzado a un ritmo vertiginoso en estos días.

En una semana, tomaron el control de 10 de las 34 capitales provinciales afganas, siete de las cuales están en el norte, una región que se les había resistido en el pasado.

También rodearon Mazar-i-Sharif, la ciudad más importante del norte, donde Ghani se reunió el miércoles con diversos responsables para intentar reanimar a las tropas y las milicias leales al Gobierno. (I)