Un mártir salvadoreño, santo de la Iglesia católica universal. Ese es monseñor Óscar Arnulfo Romero, el único latino con presencia en la Abadía de Westminster, donde el mundo pondrá sus ojos el sábado 6 de mayo de 2023 cuando sea coronado el rey Carlos III.

Ese recinto religioso es “el templo más antiguo y simbólico de Londres” y abriga una estatua de san Óscar Arnulfo Romero. Está de pie, con sus lentes, y con un niño entre sus brazos.

De acuerdo con El Universal de México, la Abadía de Westminster decidió honrar a 10 mártires del siglo XX.

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La imagen del santo salvadoreño, “tallada en piedra caliza, preside, desde 1998, la puerta oeste de la abadía junto con los otros nueve mártires. Es la sexta estatua, empezando por la izquierda”.

Para la develación de la escultura asistió la reina Isabel II, fallecida en septiembre de 2022.

Esa puerta oeste, añade el medio, “es la puerta principal cuando se realizan ceremonias importantes, como lo será la coronación de Carlos III”.

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Óscar Arnulfo Romero, el sacerdote que luchó por las libertades

Voz que denuncia

Óscar Arnulfo Romero nació en Ciudad Barrios, situada en el este de El Salvador, el 15 de agosto de 1917, día de la Asunción de la Virgen María, dice Aciprensa.

Siendo niño asistió a una ordenación sacerdotal. La ceremonia marcó su vida y en la juventud ingresó al seminario. En 1939, señala Aciprensa lo enviaron a Roma para formarse en Teología en la Pontificia Universidad Gregoriana.

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Romero “fue ordenado sacerdote el 4 de abril de 1942 y en agosto de 1943 regresó a El Salvador, donde lo nombraron párroco en Anamorós, en el este del país”.

Por disposición del papa Pablo VI llegó a ser arzobispo de San Salvador a comienzos de 1977. Desde ese momento “inició su defensa de los derechos humanos en medio de una naciente guerra civil entre la guerrilla de izquierda y el gobierno de extrema derecha”.

Enemigo de las injusticias, Romero “no se cansó de denunciar y condenar repetidamente los violentos ataques contra la Iglesia y los salvadoreños. La persecución, que incluían expulsiones y asesinatos contra sacerdotes y laicos, le llevó a enfrentarse abiertamente con la dictadura, a la que responsabilizó de las muertes”.

Óscar Arnulfo Romero, santo salvadoreño para el mundo. Imagen: Archivo El Universo

Santo de América

Al arzobispo de San Salvador, monseñor Óscar Arnulfo Romero, un francotirador le segó la vida, mientras celebraba una misa. Era el 24 de marzo de 1980.

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Murió mártir por odio a la fe, recuerda la Iglesia. En homenaje a su vida el poeta Rubén Blades compuso el tema El padre Antonio y el monaguillo Andrés.

Al padre lo halló la guerra un domingo de misa, dando la comunión en mangas de camisa. En medio del Padre nuestro entró el matador y sin confesar su culpa le disparó

Rubén Blades

Monseñor subió a los altares en 2015, cuando fue beatificado el 23 de mayo. Tres años después, el papa Francisco presidió la ceremonia de canonización.

Fue declarado mártir de la Iglesia, por lo que solo fue necesario confirmar un milagro y no dos, como dicta el procedimiento normal.

BBC Mundo

El 14 de octubre de 2018, desde la Basílica de San Pedro, Óscar Arnulfo Romero fue declarado santo.

Tras comprobar un milagro en Cecilia Rivas Flores, salvadoreña que pidió su intercesión ante una grave enfermedad, Romero se convierte en el primer santo de El Salvador, reseñó Vida Nueva.

BBC Mundo publicó, en su momento, que el Vaticano resaltó que monseñor Romero “conmovido por los sufrimientos de los más débiles denuncia el pecado social convirtiéndose en voz de los sin voz”.

Romero, en palabras del papa Francisco, dio su vida y su seguridad física “para estar cerca de los pobres y su pueblo”. Óscar Arnulfo Romero es llamado Santo de América y San Romero de América.

Pero suenan las campanas otra vez por el Padre Antonio y su monaguillo Andrés...

Rubén Blades

(I)

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