Un hombre fue ahorcado este jueves en Irán en lo que se convierte en la primera ejecución conocida que se vincula a las protestas que se desarrollaron por la muerte de la joven Mahsa Amini, quien fue arrestada por la policía de la moral por no usar la vestimenta correcta.

El acusado había bloqueado una calle y herido con un arma a un miembro de la fuerza paramilitar Basij.

“Mohsen Shekari, un alborotador que bloqueó el bulevar Sattar Khan [en Teherán] el 25 de septiembre y apuñaló con un machete a un Basij, fue ejecutado el jueves por la mañana” en la capital iraní, indicó la agencia del poder judicial, Mizan Online.

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El fallo se había dictado a principio de enero por el tribunal revolucionario de Teherán y la Corte Suprema lo dejó en firme el 20 de noviembre.

El hombre habría reconocido la culpa y de haber usado “su arma con la intención de matar, de provocar terror y de perturbar el orden y la seguridad de la sociedad”.

“Hirió intencionalmente a un Basij con arma blanca mientras este cumplía con su deber y bloqueó la calle Sattar Khan en Teherán”, añade la agencia.

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Diez personas tienen la misma condena que Shekari tras las manifestaciones que agruparon a mujeres que rechazaron las medidas restrictivas.

Mahmood Amiry-Moghaddam, director de la oenegé Iran Human Rights (IHR), indicó que el hombre había sido ejecutado sin un debido proceso en una farsa judicial.

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El activista por la libertad de expresión Hosein Ronaghi, recientemente liberado de prisión, advirtió a las autoridades: “La ejecución de cualquier manifestante tendrá graves consecuencias para ustedes. Arrebatarle la vida a una persona es arrebatarnos nuestras vidas a todos. ¿Tienen horcas suficientes?”, tuiteó.

Por su parte, Estados Unidos calificó este hecho como una escalada nefasta y dijo que hará “responsable al régimen iraní por la brutal violencia que está cometiendo contra su propio pueblo”. (I)