Hace tres años un hecho de violencia sorprendió a millones de argentinos, ahora el caso está por llegar a su final. El próximo 6 de febrero ocho jóvenes conocerán la sentencia en la causa que se abrió por la muerte de Fernando Báez, de 18 años.

El hecho se dio la madrugada del 18 de enero del 2020, en Villa Gessel, una localidad costera en Argentina. Dentro de una discoteca, dos grupos de jóvenes discutieron y se pusieron a pelear pero el hecho no llegó a mayores y fue controlado por la seguridad del lugar que retiró a ambos grupos del lugar.

Sobre las 4 de la mañana, Báez se sentó con otros amigos frente a la discoteca tomando un lado cuando fue atacado por la espalda por dos jóvenes del otro grupo, denominado los rugbiers por el deporte que practicaban. En total participaron ocho personas de la agresión y uno de ellos le propinó patadas en la cabeza a Báez lo que dejó estampado una huella de zapato.

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Tras el hecho los rugbiers acudieron al lugar donde se estaban hospedando y luego a comer en un restaurante de comida rápida, lo cual quedó registrado en cámaras de seguridad. Alrededor de las 10:30 fueron detenidos por la Policía.

A partir de allí comenzó la causa y actualmente se encuentran con prisión preventiva. Ahora el juicio está a punto de concluir y en esta semana se presentaron los alegatos y pruebas que los incriminaban. Los fiscales han pedido cadena perpetua para ocho implicados por ser coautores del delito de homicidio doblemente agravado por alevosía y concurso premeditado.

Los acusados del hecho son Máximo Thomsen (23 años), Enzo Comelli (22), Matías Benicelli (23), Blas Cinalli (21), Ayrton Viollaz (23), los hermanos Luciano (21) y Ciro (22) Pertossi, y su primo Lucas (23).

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Los abogados de la familia de Báez Sosa coincidieron con el pedido de la fiscalía.

“Alcanza y sobra para condenar a prisión perpetua” a los acusados, argumentó el abogado Fernando Burlando.

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Segun la querella, Báez Sosa fue atacado “por la espalda, aprovechando su indefensión y sin riesgo para la manada”.

“Mataron por matar. Realmente es inexplicable. No les importó a quién. Su plan fue llevárselo de trofeo. La coordinación sincronizada de acciones les permitió construir una muralla infranqueable”, afirmó Burlando.

El abogado de los rugbiers en cambio pidió la absolución debido a que “los hechos alegados no coinciden con la imputación”.

En su última declaración, Thomsen, quien golpeó inconsciente a Báez, le pidió perdón a la familia del joven y hasta lloró. “Jamás tuvimos intención de hacer algo así. Estoy muy arrepentido”, añadió.

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Los demás implicados también pidieron disculpas y dijeron que no quisieron matar a nadie.

Los padres del Báez rechazaron el pedido de disculpas. Su madre, Gabriela Sosa, dijo que era indiferente para ella escuchar las disculpas.

“Ninguno me miró a la cara, mataron a mi hijo”, reseñaron medios argentinos.

En cambio el padre de Fernando consideró que fue actuada la interpretación final de los implicados. (I)