El multimillonario estadounidense Jeff Bezos, de 57 años, saldrá de los confines de la Tierra durante 11 minutos este martes 20 de julio a bordo de la nave New Shepard, fabricada por su empresa Blue Origin.

Él, de manera similar al viaje que hace dos semanas realizó el multimillonario británico Richard Branson, no irá a ningún espacio específico, pero sí lo hara más lejos.

El viaje exprés a más de 100 km del suelo terrestre será una odisea de solo cuatro tripulantes, entre ellos su hermano Mark. En esa travesía la expiloto Wally Funk se consagrará como la persona de mayor edad de la historia en el espacio, a los 82 años, mientras que Oliver Daemen se convertirá en el viajero espacial más joven de la historia, a los 18 años.

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New Shepard despegará a las 08:00 (13:00 GMT) del 20 de julio desde una instalación remota en el desierto del oeste de Texas llamada Launch Site One, unos 40 kilómetros al norte de Van Horn, la ciudad más cercana.

Después del despegue, New Shepard acelerará hacia el espacio a velocidades superiores a Mach 3, utilizando un motor de hidrógeno líquido/oxígeno líquido sin emisiones de carbono.

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La nave New Shepard está compuesta de un cohete y una cápsula en su parte superior. Ambos son reutilizables. El cohete regresa de forma controlada a tierra y la cápsula, dotada de grandes ventanales panorámicos, lo hace en paracaídas. Los vuelos tienen una duración de once minutos. Los pasajeros sentirán la ingravidez durante una parte del vuelo y apreciarán la curvatura de la Tierra.

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Riesgos de superar la Línea Kármán

New Shepard, cuyo nombre honra a Alan Shepard, primer astronauta de Estados Unidos, ha volado 15 misiones consecutivas exitosas al espacio y de regreso por encima de la Línea Kármán: cien kilómetros de altitud.

El vuelo será suborbital y conlleva algunos riesgos inherentemente menores que los intentos de viajes espaciales más ambiciosos. Sin embargo, también existen riesgos.

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Este tipo de vuelos no requieren tanta velocidad o el intenso proceso de intentar volver a entrar en la atmósfera de la Tierra a velocidades increíbles, por lo que se consideran mucho menos riesgosos que los vuelos orbitales, detalla CNN.

En todo caso, con una reentrada orbital, las temperaturas externas de una nave espacial pueden alcanzar hasta 1.926 grados Celsius, y los astronautas pueden experimentar 4.5 Gs de fuerza que también se colocan sobre la nave espacial, todo mientras la atmósfera cada vez más espesa azota la cápsula.

La cápsula estará presurizada, por lo que sus ocupantes no necesitan un traje especial; además, tendrán acceso a una máscara de oxígeno si la cabina pierde presión. Así también, -entre otras seguridades- la nave espacial está equipada con un sistema de aborto diseñado para arrojar a New Shepard y los pasajeros lejos del cohete en caso de emergencia.

El evento se transmitirá en vivo en a partir de una hora y media antes. (I)