El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, consideró este martes un “acto temerario” la prueba efectuada por Rusia con un misil antisatélite que generó “desechos peligrosos” que pusieron “en riesgo” a la Estación Espacial Internacional.

“Nos ha informado Estados Unidos sobre el test ruso antisatélites que destruyó un satélite como parte de una prueba. Esto ha creado muchos desechos que suponen ahora un riesgo para la Estación Espacial Internacional y también para la Estación Espacial China”, explicó Stoltenberg a la prensa a su llegada a una reunión con los ministros de Defensa de la Unión Europea.

En su opinión, se trató de “un acto temerario de Rusia”, al “haber derribado y destruido un satélite como parte de una prueba de un sistema de armas antisatélites”.

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Recordó que la OTAN “ha desarrollado una política espacial para abordar los retos que vemos en el espacio”, y que eso no supone que la Alianza esté “militarizando el espacio”.

“Pero los satélites, las capacidades que la OTAN tiene en el espacio, son extremadamente importantes para lo que ocurre en la tierra”, destacó el político noruego.

Los desechos, insistió Stoltenberg, suponen “un riesgo para la actividad civil en el espacio” pero, además, preocupan porque “demuestran que ahora Rusia está desarrollando nuevos sistemas de armas que pueden derribar satélites, destruir importantes capacidades espaciales para infraestructura básica en la tierra”.

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Se refirió en concreto a comunicaciones, navegación o alertas tempranas sobre lanzamientos de misiles.

El Ministerio de Defensa de Rusia admitió hoy que efectuó el lunes una prueba con un misil antisatélite y llamó “hipócrita” a EE. UU., que acusó a Moscú de haber puesto en peligro a la tripulación de la Estación Espacial Internacional por la basura espacial generada.

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"En concreto, el 15 de noviembre de este año el Ministerio de Defensa ruso realizó con éxito una prueba, como resultado de la cual el aparato espacial ruso inoperante "Tselina-D", que había estado en órbita desde 1982, fue alcanzado", señaló la entidad castrense en un comunicado.

“Estados Unidos sabe con certeza que los fragmentos resultantes, en términos del tiempo que duró la prueba y los parámetros orbitales, no representaron ni representarán una amenaza para las estaciones orbitales, los aparatos espaciales y las actividades espaciales”, añadió la Defensa rusa. (I)