El comité de defensa planetaria de la NASA está más preocupado con que la erupción de un supervolcán acabe con la humanidad que con la llegada de un asteroide destructor. La buena noticia, es que existe un plan para evitar esta situación.

Sin embargo, apuntan, que no hay voluntad política o social para prevenir o paliar estos eventos. Sin importar que esas realidades puedan acabar totalmente con la civilización o a causar crisis humanitarias y económicas de coste incalculable.

El Consejo asesor para la defensa planetaria de la NASA, ha revelado que estos volcanes son uno de los mayores riesgos para la supervivencia humana.

Publicidad

Según Brian Wilcox — que trabaja para la división de robots del Jet Propulsion Laboratory de la NASA en Pasadena, California — se dieron cuenta del peligro estudiando la posibilidad de que un asteroide causara un evento de extinción o una catástrofe local cuando era miembro de consejo asesor para la defensa planetaria de la NASA. “Llegué a la conlcusión durante aquel estudio de que la amenaza de un supervolcán es sustancialmente más grande que la de un asteroide o un cometa”, afirma Wilcox a la BBC.

Hay 20 supervolcanes conocidos en la Tierra, con un tiempo entre erupciones de 100.000 años. Y si uno entrara en erupción, causaría un invierno volcánico durante años que eliminaría la agricultura y la ganadería.

Yellowstone es uno de los que más probabilidades tienen. De hecho, es una zona que en estos momentos sigue mostrando síntomas de actividad sísmica notables.

Publicidad

El plan

La única manera de evitar que Yellowstone o cualquier otro volcán o supervolcán entre en erupción es extrayendo el calor que se acumula en su interior. En el caso de Yellowstone, el calor que sale a la atmósfera es del 60 al 70% del total que produce, pero si fuéramos capaces de incrementar la extracción de calor en un 35%, Yellowstone nunca entraría en erupción.

Para hacerlo, proponen excavar varios pozos de 10 kilómetros de profundidad en puntos estratégicos y hacer circular agua para usarlo como fuente de energía termal. Esto extraería calor del volcán, reduciendo su temperatura my poco a poco, año tras año. El coste del proyecto de esta central térmica sería de unos 2.980 millones de euros. (I)