Decenas de mujeres alzaron este lunes su voz en Honduras para exigir salud y educación sexual integral, legalizar la Píldora Anticonceptiva de Emergencia (PAE) para prevenir embarazos no deseados en mujeres y niñas víctimas de violación, y poner fin a los feminicidios.

Con motivo del Día Internacional de Acción por la Salud de la Mujer, las mujeres, entre feministas y defensoras de derechos humanos, destacaron la importancia de la salud integral para ellas y afirmaron que es un derecho humano “innegociable”.

“Honduras continúa relegando la salud sexual y reproductiva de las mujeres y niñas a un plano invisible, especialmente a aquellas que nos afectan otras condiciones e identidades”, dijo Rosa González, ejecutiva de la fundación Llaves.

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La educación sexual, clave para prevenir nuevos embarazos adolescentes

Las mujeres con discapacidad y con infección por VIH “se exponen a esterilizaciones forzadas en los servicios públicos de salud”, señaló la ejecutiva de fundación Llaves, una organización que defiende los derechos humanos de las personas con el virus de la inmunodeficiencia humana.

Las mujeres indicaron en un pronunciamiento que “la estructura patriarcal del Estado sigue protagonizando la toma de decisiones sobre los cuerpos, vida y salud de las mujeres”, pese al “histórico momento” que vive el país al tener por primera vez en la historia a una mujer como presidenta de esta nación, Xiomara Castro.

La presidenta de Honduras, Xiomara Castro. EFE/ Gustavo Amador Foto: Gustavo Amador

Anticoncepción de emergencia

En Tegucigalpa, las mujeres se movilizaron hacia la sede de la Secretaría de Salud para exigir la aprobación del uso de la Píldora Anticonceptiva de Emergencia (PAE), mejor conocida como “píldora del día después”.

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“Honduras obliga a niñas y mujeres a parir al prohibir la anticoncepción de emergencia y al penalizar el aborto en toda circunstancia”, señalan las activistas.

Agregan que los altos niveles de partos en niñas y adolescentes son “solo la pauta del iceberg de las falencias que han manifestado al no enfrentar las causas estructurales de ese problema, como la discriminación, violencia de género, racismo, capitalismo, exclusión social, desigualdad y pobreza”.

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Piden a las autoridades hondureñas eliminar la prohibición del método anticonceptivo de emergencia y brindar una atención oportuna a las emergencias obstétricas “libre de estigma y criminalización” en los servicios sanitarios.

En 2009 durante el régimen de facto de Roberto Micheletti, que reemplazo al exmandatario Manuel Zelaya, tras el golpe de Estado del 28 de junio de ese año, se aprobó un decreto que prohíbe y penaliza el uso de la PAE, bajo el argumento de que la anticoncepción de emergencia es abortiva, situación que han rechazado en varias ocasiones organizaciones feministas y médicos locales.

Honduras aprobó la venta libre, sin receta médica, de la píldora del día siguiente en 1999 y ese mismo año reglamentó su uso en las Normas de Atención Integral de la Mujer.

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Mejorar las vidas de mujeres

Las feministas exhortan a Honduras a firmar el protocolo facultativo de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer, y a aprobar una ley integral de identidad de género y de educación sexual integral.

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Lamentan que el país tampoco cuenta con un protocolo integral de atención a víctimas y sobrevivientes de violencia sexual, que incluya la prevención del embarazo, y que las organizaciones religiosas y conservadoras sigan teniendo “voto en las decisiones estatales”.

Las mujeres instan al Estado de Honduras a promover “planes concretos” para mejorar la vida y la salud de ellas, y acciones para “resarcir el daño histórico en la salud” de las hondureñas, así como disminuir el embarazo forzado.

El aborto es penalizado en Honduras en todas sus formas desde 1997 y varias iniciativas que buscan despenalizarlo en tres supuestos: riesgo de vida de la mujer, inviabilidad fetal y violación, no han tenido eco entre los diputados.

Las manifestantes también exigen un alto a la violencia contra la mujer en Honduras, donde este año han sido asesinadas más de un centenar.

“Honduras es uno de los países más peligrosos para ser mujer, no solo porque continúan matando a las mujeres de manera impune, también porque las autoridades de la Secretaría de Salud continúan obviando sus necesidades de salud”, afirman las feministas, según el manifiesto. (I)