Este martes el alcalde de la ciudad de Nueva York, Bill de Blasio, anunció que va a requerir una prueba de vacunación contra el coronavirus para toda persona que quiera comer en el interior de un restaurante, entrar a una sala de conciertos o usar un gimnasio, entre otras cosas.

“La gente va a recibir un mensaje muy claro: si quieres participar plenamente en nuestra sociedad, tienes que vacunarte”, dijo De Blasio en una conferencia de prensa, en la que subrayó la importancia de que más ciudadanos den este paso dado el avance de la variante delta del virus.

Nueva York es la primera ciudad de Estados Unidos que anuncia este tipo de requisitos, con los que busca dar un nuevo impulso a la campaña de inmunización, que se ha ralentizado en los últimos meses por las reticencias de muchos ciudadanos a vacunarse.

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El movimiento llega después de que en los últimos días algunas importantes cadenas de restaurantes o gimnasios, así como los teatros de Broadway, anunciaran que iban a comenzar a requerir a sus clientes pruebas de vacunación.

De Blasio destacó ese “liderazgo” demostrado por el sector privado y defendió que es necesario respaldarlo con “mandatos claros”.

La nueva política “requerirá vacunación para los trabajadores y los clientes de la hostelería, el ejercicio o el entretenimiento en interiores”, explicó el alcalde, que insistió en que no se permitirá ingresar en ningún negocio de este tipo a nadie que no se haya puesto al menos una dosis.

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“Si no estás vacunado, desafortunadamente no vas a poder participar en muchas cosas”, insistió el alcalde, que dijo que el objetivo de la nueva medida es “convencer a todo el mundo de que este es el momento de detener la variante delta y que eso significa vacunarse ahora”.

En la hostelería, los no vacunados podrán ser atendidos en las terrazas, con las que cuentan la mayoría de establecimientos desde el estallido de la pandemia.

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Está previsto que las nuevas normas estén plenamente en vigor para mediados de septiembre, tras un periodo de transición que arrancará durante este mes.

El ayuntamiento neoyorquino ya había anunciado en los últimos días que iba a exigir a los empleados municipales vacunarse o someterse a pruebas semanales, al tiempo que dio a conocer un incentivo de 100 dólares para cualquier ciudadano que acuda a ponerse la primera dosis a un centro público.

El anuncio se hace mientras en el estado sureño de Florida se trata de controlar nuevos brotes que lo han convertido en el actual epicentro de la enfermedad en los Estados Unidos. (I)