Una madrugada y mañana de terror, con aire apocalíptico, vivieron este lunes 6 de febrero de 2023 localidades de Turquía y Siria, golpeadas por un mortífero terremoto de magnitud 7,7.

Otras mediciones, como la de Estados Unidos, reflejan la magnitud 7,8 en la escala de Richter. El terremoto ocurrió a las 04:17 am hora local, indica CNN en Español.

Los fallecidos se cuentan por miles y la cifra ya roza los 1.800 muertos. La titánica misión es localizar la mayor cantidad de desaparecidos que reportan las desesperadas familias.

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La Tierra se mueve y alarma

El potente movimiento telúrico sorprendió y despertó abruptamente a miles de familias. Muchas quedaron atrapadas bajo los escombros a los que quedaron reducidos los domicilios.

El sísmo, señala RTVE, se sintió en Siria con fiereza en Damasco, la capital; y en las ciudades libanesas de Beirut y Trípoli, donde la gente se lanzó a las calles para salvar su vidas.

Otro terremoto de 7,5 de magnitud remece Turquía; en el movimiento que también afectó el norte de Siria los muertos pasan de 1.500

Potente réplica

La cifra de muertos roza los 1.800 y el mundo mira con dolor y se une en oración y en ayudas solidarias para los pueblos de Turquía y Siria. Hombres, mujeres y niños esperan y reciben asistencia en las calles.

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Para las 08:30 de este lunes, cuando los supervivientes buscaban sobreponerse del golpe del sismo, una réplica los dejó sin habla.

No fue una de menor intensidad, como las que regularmente siguen a un movimiento de este calibre. Alcanzó y superó los 7 grados. Tan fuerte como el del terremoto devastador.

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A Tulin Akkaya, citada en AFP, la segunda sacudida la hizo salir corriendo a la calle. “Estoy muy asustada. Sentí (la réplica) muy fuerte porque vivo en el último piso”, dijo esta ama de casa de 30 años.

Salimos corriendo presas del pánico. Fue casi igual que el terremoto de la madrugada. Ahora no puedo volver a mi apartamento, no sé qué pasará después.

Muchos inmuebles, describe la agencia, estaban en ruinas en su ciudad, Diyarbakir, en el sureste de Turquía, que acoge a muchos de los millones de personas que han huido de la guerra y la pobreza en la vecina Siria.

La misma escenas de devastación se extendía por las principales ciudades fronterizas de ambos países tras el sismo de magnitud 7,8 que se produjo antes del amanecer.

La réplica, indica la agencia francesa citada, fue de magnitud 7,5, algo que según los científicos solo se produce unas 20 veces al año en todo el mundo.

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Apocalipsis

“Esta es una zona sísmica, así que estoy acostumbrada a las sacudidas”, declaró la reportera Melisa Salman, que vive en Kahramanmaras, epicentro del sismo, a unos 60 kilómetros de la frontera siria.

“Pero es la primera vez que vivimos algo así”, dijo a AFP esta joven de 23 años. “Pensamos que era el apocalipsis”.

Desde Siria y Turquía llegan escenas de impacto de la lucha contra el reloj que tienen los grupos de rescatistas: la misión es rescatar de los escombros a los miles de lesionados que deja el terremoto.

La emergencia es a todo nivel. De acuerdo con RTVE, citadno medios internacionales, el director de Sanidad de la ciudad siria de Alepo, Ziad Hage Taha, los heridos llegaban “en oleadas”. (I)

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