La crisis política que vive Perú desde hace algunos años se ha incrementado en los últimos meses, con el estallido de protestas que siguió al intento de autogolpe de Estado del expresidente Pedro Castillo, el pasado diciembre.

Miles de manifestantes de todo el país se organizaron para tomar la capital y exigir la renuncia de la actual presidenta Dina Boluarte, adelantar las elecciones presidenciales y crear una Asamblea Constituyente.

Las movilizaciones también provocaron bloqueos que obstaculizan el paso en carreteras de ocho de las 25 regiones peruanas, según las autoridades.

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El gobierno de Perú anunció que la Policía y las Fuerzas Armadas desbloquearán en las próximas horas las carreteras del país, que están causando escasez de productos básicos y servicios médicos.

“La Policía Nacional del Perú, con el apoyo de las Fuerzas Armadas, efectuará el desbloqueo de las carreteras de la Red Vial Nacional que se encuentran declaradas en estado de emergencia”, dijo un comunicado conjunto de los ministerios de Defensa y del Interior.

“Hasta la fecha, diez peruanos inocentes han perdido la vida como consecuencia de este acto ilegal, entre ellos un nonato cuya madre no pudo recibir atención médica oportuna en La Libertad, un recién nacido en Puno y un niño de apenas 1 año de edad en Cusco que tampoco pudieron ser atendidos por los bloqueos de carreteras”, precisó el comunicado.

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Según los ministerios, el derecho a la protesta “no faculta la obstaculización de vías, ni mucho menos puede superponerse al derecho a la vida de aquellas personas que requieren ser trasladadas para recibir tratamientos delicados como el oncológico o que necesitan que llegue a sus regiones oxígeno y medicinas para seguir viviendo”.

(I)