El Gobierno de Alemania informó este miércoles que suspenderá temporalmente las expulsiones de inmigrantes a Afganistán, debido a la creciente situación de inseguridad que afecta a ese país, sumido en una violenta ofensiva de los insurgentes talibanes. Una medida similar fue anunciada también por el Ejecutivo de Países Bajos.

La medida compete directamente a los migrantes afganos cuyas demandas de asilo hayan sido rechazadas. Se trata de un cambio de posición radical para ambos países, que hace apenas una semana pidieron a la Comisión Europea, junto a Bélgica, Austria, Dinamarca y Grecia, mantener las expulsiones de migrantes afganos, a pesar de la petición de Kabul de suspenderlos.

A través de Twitter, el Ministerio del Interior alemán explicó que la decisión, válida hasta nueva orden, se adoptó “debido a la evolución de la situación de seguridad” en Afganistán. Pocas horas antes, Berlín había afirmado que mantendría el plan de expulsiones, aunque analizando cada caso “uno a uno”. La semana pasada se había cancelado ya la deportación a Kabul de seis afganos con antecedentes penales al considerarse que la situación en la ciudad ofrecía “riesgos no calculables”.

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Casi todos por delitos graves

Desde 2016, cerca de mil afganos, en su mayoría con antecedentes por delitos graves, han sido expulsados en avión desde Alemania hacia su país de origen después de que se rechazaran sus peticiones de asilo. Se estima que hay en Alemania otros 30.000 pendientes de ser expulsados. Sin embargo, el avance de los talibanes ha precipitado el debate interno en el seno del gobierno alemán torno a la necesidad de detener esas operaciones.

Por su parte la secretaria de Estado de Justicia y Seguridad de Países Bajos, Ankie Broekers Knol, explicó en una carta dirigida al Parlamento que “la situación en Afganistán es susceptible de cambiar y los acontecimientos futuros son tan imprevisibles que decidí introducir una moratoria sobre las decisiones (de expulsión) y las salidas”. Esta moratoria durará seis meses. Países Bajos destacó que en el pasado medio año no ha expulsado afganos y no tenía previsto tampoco hacerlo.