Coincidencia o no, entre Madeleine McCann y la polaca Julia Faustyna, hay un parecido. La joven que dice creer que es la menor desaparecida en el 2007, tienen la misma “fisura” en sus ojos derechos, lo que la ciencia llama coloboma y que solo ocurre en uno de cada 10 mil nacimientos.

Lógicamente, esto llama la atención pues ambas tienen ese rasgo tan particular en sus ojos, que no es nada común en la población mundial.

La historia de Julia Faustyna se viralizó al publicar en redes, TikTok e Instagram, fotos y videos de McCann –a quien llamaban Maddie- y de ella.

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La chica, de 21 años, habla de las semejanzas que la une al caso, por lo que pide sea sometida a un test de ADN, del que están favor los papás de la niña que desapareció en Portugal, donde vacacionaba la familia.

¿Quién es Julia Wandelt? Una joven polaca pide prueba de ADN “por su parecido” con Madeleine McCann y padres de la niña aceptan la idea

Coloboma en uno o dos ojos de Madeleine McCann

La Academia Americana de Oftalmología señala que “un coloboma describe afecciones en las que falta desde el nacimiento tejido normal en el ojo o alrededor del mismo”.

Coloboma proviene de una palabra griega que significa mutilado.

Madeleine desapareció el 3 de mayo de 2007. Foto: AFP/Blu Radio

“El ojo se desarrolla rápidamente durante los primeros tres meses de crecimiento del feto. Un espacio conocido como fisura coroidea aparece debajo de los tallos que eventualmente forman el ojo. Esta fisura generalmente se cierra a la séptima semana del embarazo. Si no se cierra, se forma un coloboma o espacio”, define la entidad estadounidense.

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¿Puede darse en los dos ojos? La citada academia dice que un coloboma puede afectar a uno o ambos ojos. “Si ambos ojos están afectados, los efectos pueden ser iguales o diferentes en ambos ojos”.

Existen seis diferentes tipos de coloboma, según la parte del ojo afectada (párpado, nervio óptico, cristalino, retina).

Puede aparecer, publica El Heraldo de Aragón, España, “como un orificio redondo y negro localizado dentro o al lado del iris o como una muesca negra de diferente profundidad en el borde de la pupila, dándole a esta una forma irregular, como una fisura que va desde la pupila hasta el borde del iris, que es lo que le ocurría la pequeña Madeleine y que Julia Faustyna también afirma padecer”.

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¿Es genético?

La misma Academia de Oftalmología opina: “Se cree que un coloboma es genético y que se puede transmitir en la familia”.

Se da el caso de que un coloboma sea parte de un síndrome genético. Sin embargo, aclara, “no todos los bebés que nacen con un coloboma tienen antecedentes familiares de esta afección u otro síndrome en particular, lo que sugiere que el trastorno puede aparecer al azar”.

El coloboma del iris es, hasta la actualidad, “una condición rara que solo ocurre en uno de cada 10 mil nacimientos. El caso concreto de Madeleine afectaría solo a 7 personas por cada millón”, según Saber Vivir TV.

¿Se cura?

No hay cura para un coloboma, y el tratamiento varía según el tipo, sostiene la entidad médica americana.

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“Las personas con coloboma de iris pueden usar lentes de contacto de color para hacer que el iris parezca redondo. También se puede corregir el aspecto del iris con cirugía”.

La aparición de Julia y su pedido de ayuda para llegar hasta los padres de Madeleine McCann seguirá llamando la atención de muchos en el mundo por lo sensible del tema. El coloboma pasó a ser tema de conversación de quienes esperanzados desean que “Maddie” esté viva. (I)

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