Uno al lado del otro, rodeados de coronas florales, estaban los ataúdes donde reposaban los restos de una mujer y su madre. La escena, en la capilla dedicada a la Virgen de Guadalupe, perdurará en la mente de los moradores de Poncitlán, en Jalisco, México.

Familiares y amigos despidieron a las víctimas entre oraciones y pedidos de justicia. La música de banda se escuchó mientras llevaban los féretros al camposanto.

Las mujeres, Alondra Franco, de 21 años, y su progenitora Liliana Tinoco, de 45, fueron atacadas a balazos el 31 de enero de 2023 en las instalaciones de la Fiscalía (Ministerio Público) local.

Publicidad

Una seguidilla de presuntos hechos de violencia de género está detrás de estos asesinatos.

Hasta la sede de la Fiscalía llegaron madre e hija, ese día, para denunciar por maltrato a la pareja de Alondra, quien deja huérfanos a dos niños.

Detienen en Panamá a hombre buscado por femicidio

Muertes y huida

Por este doble femicidio ya hay un detenido. Su aprehensión fue posible transcurridas 24 horas de los crímenes.

Publicidad

El señalado como femicida es la pareja de Alondra, Christopher R y su arresto lo confirmó el propio gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro.

Este hombre supo, a juzgar lo sucedido, qué harían su mujer y suegra y les dio “cacería”.

Publicidad

“Lo más seguro es que estuviera espiándolas y de ahí las siguió al Ministerio Público”, narró Mariana, familiar de las asesinadas.

El fiscal del Estado Luis Joaquín Méndez explicó que el hombre “amagó” a los funcionarios y disparó contra ellas. “Fue tan rápida la agresión que no se lo pudo neutralizar”, publicó El País.

Un pariente de las víctimas lo describió como un hombre “celoso”.

“Desconocemos mucho de la familia de Cristopher, sabemos que era muy celoso, le prohibió a Alondra hablar con su familia”, narró para la prensa mexicana.

Publicidad

Drama familiar

La presunta violencia que vivía Alondra era del conocimiento de sus allegados.

Una cuñada, Irma Liliana Lara de la Torre, dijo a medios radiales que el martes 31 de enero fue que se animó a ir de nuevo y el tipo entra hasta las oficinas, hasta dentro, primero le disparó a mi cuñada y después a mi suegra”.

Se sorprende e indigna porque la sede de la Fiscalía era el “lugar donde debió haber sido resguardada, donde debió haber seguridad”.

Mariana, también familiar, acotó que “ya había un intento previo de denuncia, las habían citado el 31 (de enero) para extender una carta de restricción”.

Sin embargo, Irma Liliana de la Torre lamentó la poca ayuda ofrecida antes.

Siempre nos pedían alguna prueba y lastimosamente no la teníamos.

“Para hacer caso hay que llegar uno muerto al Ministerio Público, es la pregunta que nos hacemos”, reclamó, con impotencia, Irma Liliana a un programa conducido por la periodista Ana Francisca Vega.

El padre de Alondra, Saúl Franco, citado en El País describió el drama vivido por su hija: “Ya habían sido muchas veces, yo me la llevaba a la casa, y este hombre la tenía muy amenazada, con hacernos algo a mí o a mi hijo, por eso mi hija no hacía nada”.

Pues todo el tiempo vivimos muy preocupados por ella, todo el tiempo vivimos con angustia.

Las lágrimas, los abrazos y, principalmente, el llamado a que estas muertes no queden impune marcaron el sepelio en el cementerio de Zapotlán, donde la música de banda también despidió a Alondra y a su madre.

(I)

Te recomendamos leer estas noticias