Ucrania es un país en el que la gestación subrogada es legal según sus leyes. Y ante la invasión rusa que inició Vladimir Putin, el nacimiento de estos bebés se ha convertido en un drama al quedar varados en los hospitales, donde esperan a sus padres biológicos.

A diferencia de los Estados Unidos y otras naciones del mundo, en el territorio que preside Volodimir Zelenski este procedimiento deriva precios menores, lo que atrae a parejas que desean ser padres.

El personal que cuida a los recién nacidos se encuentran refugiados en sitios que han sido acondicionados para su protección bajo los diarios estallidos de las bombas. De esa manera, los hoteles y las estaciones del metro son los sitios en los que enfermeras y médicos cuidan a los infantes.

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El New York Times cuenta la historia de una madre que prestó su “vientre en alquiler” y que quedó atrapada en Kiev sin poder escapar a la invasión. “Realmente no quiero abandonarlo, pero tengo que salvar dos vidas: una que está dentro de mí y la otra de mi hijo de 9 años que está por ahí correteando en el apartamento”, relató al mencionar la dura situación que vive en la guerra.

Los hombres y mujeres que lograron firmar contrato por una gestación subrogada en Ucrania, siendo extranjeros no pueden ingresar al terrotorio en guerra, debido a que sus fronteras se encuentran cerradas, lo que deja a los niños en los centros hospitalarios. (I)

Madre contratada para gestación subrogada habla en medio del conflicto bélico

Una de las mujeres que prestó el servicio de alquiler de vientre, llamada Anna, se refirió a que debe buscar una manera de ponerse a salvo a sí misma, al bebé que lleva en el vientre y a su hijo de nueve años, según publicó el New York Times.

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“Realmente no quiero abandonarlo, pero tengo que salvar dos vidas: una que está dentro de mí y la otra de mi hijo de 9 años que está por ahí correteando en el apartamento”, dijo al describir la dura situación que vive al elegir quedarse en Kiev.

Su esposo es uno de los soldados voluntarios que defiende a Ucrania desde el inicio de la invasión el 24 de febrero.

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Los padres del hijo que lleva en el útero son provenientes de China, pero no pueden entrar a Ucrania debido al conflicto. “Espero que para cuando deba dar a luz se haya acabado la guerra”, afirmó. (I)