Los trabajadores del Puerto de Ámsterdam se niegan a descargar un barco con petróleo ruso -que ya había sido rechazado por empleados de otro embarcadero en Suecia-, a pesar de que el gobierno neerlandés alertó de que no puede impedir legalmente que ese buque atraque en Países Bajos.

El barco echó anclas anoche frente a la costa neerlandesa, cerca de la esclusa marina de IJmuiden, con la intención de entrar en el puerto de Ámsterdam este sábado, pero los empleados del embarcadero neerlandés se niegan a descargarlo alegando la situación de guerra en Ucrania y que la carga de petróleo procede de Rusia, el país agresor.

A pesar de todas las sanciones impuestas a Rusia por el conflicto armado en Ucrania, ni el gobierno neerlandés ni la Unión Europea han llegado aún a acuerdos sobre un boicot petrolero general a Moscú.

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El ministro neerlandés de Exteriores, Wopke Hoekstra, explicó ayer que al barco Sunny Liger se le negó el acceso a Suecia por la resistencia de los trabajadores del puerto, que rechazan descargar barcos con “vínculos con Rusia”, y no por la negativa legal de las autoridades suecas, y eso llevó al buque a desviarse hacia Países Bajos.

Pero, subrayó, al estar navegando bajo la bandera de las Islas Marshall, y no la rusa, no está sujeto a las sanciones europeas contra Moscú y Países Bajos no tendría una base legal para rechazarle el acceso al barco cuando intente atracar en algún puerto neerlandés.

El Gobierno neerlandés está investigando el destinatario del cargamento de petróleo ruso que lleva ese barco para poder hablar con la empresa, como parte de su promesa de limitar la importación de combustibles fósiles rusos.

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El sindicato FNV ha persuadido a los trabajadores, primero de Róterdam y luego de la capital neerlandesa, para que rechacen cooperar con este barco, y según el Puerto de Ámsterdam corresponde a la terminal y otras empresas relacionadas con el puerto, como los remolcadores, decidir si quieren descargar la carga de la embarcación. (I)