Tres personas murieron en Abu Dabi este lunes en un presunto ataque con drones en unas instalaciones de abastecimiento de petróleo, informó la policía de la capital emiratí, mientras que los rebeldes yemenitas anunciaron una campaña militar de gran envergadura contra Emiratos Árabes Unidos.

Dos indios y un paquistaní murieron tras una explosión de camiones cisterna en una planta de la empresa de petróleo ADNOC y un incendio afectó a un área de construcción cerca del aeropuerto de Abu Dabi.

La policía informó que en los dos lugares se encontraron “pequeños objetos voladores”, sugiriendo que los ataques fueron deliberados. Este tipo de acciones violentas son inéditas en Emiratos Árabes Unidos (EAU), un lugar conocido por ser un lugar tranquilo en la agitada región de Medio Oriente.

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“Investigaciones preliminares indican que se detectaron pequeños objetos voladores, posiblemente drones, que cayeron en dos áreas y habrían provocado la explosión y el incendio”, dijo la policía en un comunicado.

Los rebeldes hutíes de Yemen no reivindicaron las acciones pero un portavoz de estas milicias anunció que lanzarían una “operación militar de envergadura en Emiratos Árabes Unidos”.

“Las fuerzas armadas indicaron que anunciarán importantes operaciones militares en EAU en las próximas horas”, tuiteó el vocero militar Yahya Saree.

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No se produjo ninguna reivindicación formal de la autoría, pero Abdul Ilah Hajar, consejero del presidente del Consejo Político Supremo de los hutíes, en Saná, afirmó que el ataque fue una advertencia de los insurgentes.

“Les enviamos un mensaje claro de advertencia al impactar en lugares que no revisten una gran importancia estratégica”, dijo el responsable a la AFP.

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“Pero es una advertencia: si Emiratos Árabes Unidos persiste en su hostilidad hacia Yemen, en el futuro no será capaz de soportar los próximos ataques”.

Una escalada

Los rebeldes hutíes utilizan con frecuencia los drones en sus ataques contra Arabia Saudita, que dirige la coalición internacional que interviene en la guerra en Yemen para sostener al gobierno. En esta alianza también participa Emiratos.

Los rebeldes yemenitas han amenazado con atacar a Abu Dabi y Dubái, dos joyas del emirato que el año pasado abrió su primera planta nuclear.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Arabia Saudita condenó “firmemente este cobarde ataque terrorista”, en tanto Baréin acusó a “la milicia terrorista hutí de lanzar drones explosivos”.

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El anuncio de los hutíes se produce dos semanas después de que los rebeldes capturaran el “Rwabee”, un barco emiratí, y difundieran imágenes que supuestamente mostraban cargamento militar a bordo de la embarcación.

Emiratos sostienen que el barco, cuya tripulación está secuestrada, era un buque de carga civil y advirtió que el rapto de estas 11 personas representa “una peligrosa escalada” en el mar Rojo.

Los rebeldes rechazaron un llamado del Consejo de Seguridad de la ONU para liberar de forma inmediata a la embarcación y señalaron que esta nave “no transportaba juguetes para niños sino material militar para extremistas”.

El conflicto en Yemen ha provocado decenas de miles de muertos y el éxodo y otras consecuencias indirectas de la guerra tienen a muchos civiles al borde de la hambruna, una crisis que según la ONU es la peor catástrofe humanitaria del mundo.

Los emiratíes, junto con los sauditas, apoyan a la brigada de los “Gigantes”, una milicia que asiste a las fuerzas contrarias a los rebeldes y que permitió que las tropas progubernamentales retomaran tres distritos en la provincia de Shabwa.

Estos enfrentamientos forman parte de un aumento de la violencia en el país, donde la guerra se juega en varios frentes. (I)