China sigue en su carrera de la conquista espacial, pero aún tambalea en algunos episodios para armar su soñada estación espacial.

El pasado lunes 31 de octubre llevó el tercer y último módulo a la Estación Espacial Tiangong de China, pero ahora los expertos aeroespaciales se esfuerzan por determinar su camino de regreso a casa antes de que atraviese la atmósfera.

Se prevé que una enorme pieza de 21 toneladas del cohete propulsor Gran Marcha 5B de China, del tamaño de un edificio de 10 pisos, haga un reingreso descontrolado a la atmósfera terrestre este sábado 5 de noviembre. El problema es que los expertos aún no pueden predecir dónde hará un aterrizaje forzoso. Y ya ha pasado en las ocasiones previas en que envió otros módulos. Este será el cuarto propulsor Long March que caerá en picada a la Tierra.

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El último propulsor Long March que volvió a la Tierra en julio pasado y similar a la situación actual, China no ha compartido información específica de la trayectoria de los escombros que es vital para “garantizar la seguridad de las personas aquí en la Tierra”, dijo el administrador de la NASA Bill Nelson en julio.

A diferencia de la mayoría de los cuerpos de cohetes modernos, que están diseñados para impulsarse hacia una parte remota del Océano Pacífico, el cuerpo del Gran Marcha 5B cayó en su propia órbita alrededor de la Tierra. Está en camino de descender a la atmósfera nuevamente en un evento llamado “reentrada”, y caer a la Tierra el viernes o a más tardar el sábado por la mañana en la zona horaria del Este. Nadie sabe dónde caerá el cuerpo del cohete y nadie lo está controlando, explica Business Insider.

El ambicioso plan de China para convertirse en la superpotencia espacial

Los expertos solo pueden estimar cuánto del cuerpo del cohete Gran Marcha, que es aproximadamente del tamaño de un edificio de 10 pisos, se estrellará contra la Tierra. Es probable que una parte se queme a medida que atraviesa la atmósfera, pero el cuerpo del cohete es demasiado grande para desintegrarse por completo. Una regla general es que del 20% al 40% de la masa de un objeto grande sobrevivirá a su caída a través de la atmósfera, han dicho previamente expertos de Aerospace Corporation.

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Todavía es demasiado pronto para decir exactamente dónde podría caer la etapa central, muy probablemente en pedazos. Pero la Corporación Aeroespacial está rastreando la etapa del cohete y prediciendo los posibles caminos que podría tomar de regreso a la Tierra. El área donde podrían caer los escombros cubre alrededor del 88% de la población humana, según los cálculos de esos analistas. Pero esa población está fuertemente condensada en unos pocos lugares. Lo bueno es que la mayor parte del área donde podrían llover escombros es mar abierto o tierra deshabitada. (I)