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Una nueva teoría explica el posible origen del meteorito que acabó con los dinosaurios

Hace 66 millones de años, el impacto del meteorito de Chicxulub provocó la extinción del 75% de las especies, incluidos los dinosaurios.

Imagen artística de la caída de un meteorito en la Tierra. Foto: Don Davis/NASA

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Hace unos 66 millones de años, frente a las costas del México actual, ocurrió el impacto del meteorito Chicxulub, el cual dejó un cráter de aproximadamente 180 kilómetros de largo y 20 de profundidad, que además provocó la extinción del 75% de las especies, incluidos los dinosaurios.

Se desconoce de dónde vino el asteroide o cometa y cómo llegó a golpear la Tierra, pero unos investigadores del Centro de Astrofísica de la Universidad de Harvard creen haber obtenido la respuesta.

En un estudio publicado hoy en la gaceta Scientific Reports de la revista científica Nature, los autores del estudio, los expertos Avi Loeb y Amir Siraj, señalan que habría sido un cometa que habría provocado la extinción de los dinosaurios.

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Utilizando análisis estadístico y simulaciones gravitacionales, Siraj y Loeb calculan que una fracción significativa de un tipo de cometas que se originan en la nube de Oort, una esfera helada de escombros en el borde del sistema solar, puede ser desviada por el campo gravitacional de Júpiter durante su órbita.

Esa fuerza desplazó el cometa hacia el Sol, que, a su vez, lo rompió en más fragmentos, un fenómeno que aumenta el número de cuerpos que, como Chicxulub, pueden entrar en la órbita terrestre y caer en la Tierra una vez entre 250 y 750 millones de años, aproximadamente.

“Básicamente, Júpiter actúa como una máquina (de juego) de ‘pinball’. Júpiter impulsa estos cometas entrantes (llamados de periodo prolongado) hacia órbitas que les acercan mucho al Sol”, explica en un comunicado Siraj.

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Dado que estos cometas de periodo prolongado pueden tardar hasta 200 años en orbitar alrededor del Sol, los expertos les han denominado “rumiantes solares”.

“Cuando hablamos de estos rumiantes solares -prosigue Siraj-, lo importante no es tanto que se derritan, que afecta relativamente poco a la masa total, sino el hecho de que, al estar tan cerca del Sol, la parte más próxima del cometa es sometida a una mayor fuerza de atracción gravitacional que la que está más alejada, lo que genera una fuerza de marea”.

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Este evento, destaca, provoca que el gran cometa se rompa en fragmentos más pequeños y, al salir de la órbita, “existe una probabilidad estadística de que estos impacten con la Tierra”.

Los cálculos de Loeb y Siraj sugieren que la probabilidad de que cometas de periodo prolongado impacten en nuestro planeta es de “un factor de en torno a 10”, al tiempo que indican que hasta el 20% de estos se convierten en “rumiantes solares”, en línea con los estudios de otros astrónomos.

Asimismo, afirman que el “nuevo ratio de impacto” es consistente con la edad del cráter de Chicxulub, lo que ofrece una explicación satisfactoria sobre su origen y la de otros “cometas de impacto” similares.

“Lo que exponemos es que si rompes un objeto cuando está cerca del Sol, esto puede dar lugar a una serie de eventos apropiados y también el tipo de impacto que acabó con los dinosaurios”, subraya Loeb. (I)

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Con información de EFE

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